El director reconoce que esta película tiene una gran influencia de Henry, retrato de un asesino.
Michael O'Shea ha afirmado que "Susan Leber es una productora creativa fenomenal y el amor de mi vida".
El rodaje tuvo lugar en escenarios naturales y contó con un equipo reducido. Además ha sido definido por su director como "caótico e incontrolable".