Realmente hace mucho tiempo que no veo una película que me emocione tanto. Los actores, las canciones y todo el set te hace meterte en el mundo de Oz de una forma muy natural.
Las canciones están muy bien introducidas, con diálogos de por medio y acción, lo que hace que no se hagan largas o pesadas.
Increibles actuaciones de las protagonistas, se nota la conexión emocional que tienen ambas actrices con el musical. Gran mención el papel de Ariana, no hay mejor persona para actuar como Glinda como lo hizo ella.
Creo que por el tema que trata la película, sobre la amistad y la discriminación, mucha gente se puede sentir identificada y empatizar con los personajes.
Lenta ,me a parecido aburrida y decepcionante mucha inversión di se ve pero no es lo esperado.Todo es un poco raro y no sigue lo tradicional respecto a la historia con la que hemos crecido del Mago de oz.
LA AMO ha sido el mejor derroche de mi dinero. Las actrices son geniales se complementan genial ect.. Las canciones son geniales y a pesar de ser casi 3 horas de pelicula se me pasó volando. OBRA MAESTRA ✨
Aburrida.. Buen contenido pero demasiado musical, te horas de película, de ellas dos y media con chillidos estresantes de "música".. Encima continuará en otras tantas series. De lo peor!
La película es una obra maestra, un buen musical, un buen vestuario y los escenarios son espectaculares, ya no puedo esperar a que llegue la segunda parte y esperemos que termine bien la historia.
Una película fascinante que, con altas dosis de emoción y sin renunciar a su inevitable reverso oscuro, abraza y reivindica el musical como espectáculo también en la sala de cine. Lo hace combinando el estímulo juvenil contemporáneo con la herencia de los grandes clásicos del género, transportando al espectador a otros mundos y elevándole el ánimo —sí, el alma también— en una apuesta tan cautivadora como sincera. Una experiencia que habla de autoaceptación frente a la intolerancia, de solidaridad frente a la corrupción, y que recuerda que cuando se da con la tecla, el musical puede convertirse en algo sencillamente imbatible.
Eso sí, la propuesta es irónica, cursi y orgullosamente kitsch: reivindica lo añejo, lo recargado y no tiene reparos en abusar del CGI como quien se sirve otra capa de purpurina. Su duración —160 minutos— es, cuanto menos, discutible (la épica también debería saber cuándo bajar el telón), pero la película rezuma encanto y honestidad. Tiene corazón, tiene mensaje y, lo que es más raro, no finge tenerlos.
Bajo su fachada colorida, profundiza en cuestiones tan poco ligeras como la naturaleza del bien y el mal, los prejuicios hacia quienes son distintos y, sobre todo, las cortinas de humo y la propaganda con las que el poder adormece conciencias. Todo ello envuelto en canción, espectáculo y exceso, demostrando que a veces el brillo también puede iluminar… aunque deslumbre un poco por el camino.