Musicalmente insoportable:
Hacía tiempo que no veía una película tan agotadora. 'Wicked' es un musical que parece olvidar por completo que el cine también necesita respirar. Sus dos horas y media de metraje están saturadas de números musicales encadenados sin apenas pausa, generando una fatiga auditiva que termina por desesperar incluso a los espectadores más pacientes. No hay un equilibrio entre música y narrativa; las canciones se suceden unas a otras sin permitir que la historia respire ni que el espectador asimile lo que ocurre.
Para quienes no somos aficionados al género musical —mi caso—, 'Wicked' puede convertirse fácilmente en una experiencia extenuante. La trama, ya de por sí poco atractiva, se diluye entre coreografías interminables y melodías que carecen de la fuerza necesaria para sostener tanto metraje. Sí es cierto que la película plantea un mensaje noble sobre la aceptación y la no discriminación, y que hacia su desenlace adquiere cierta madurez emocional que le otorga coherencia y cierre. Pero ese último tramo llega tarde, tras más de dos horas dominadas por un humor superficial, dirigido claramente a un público infantil, que resulta difícil de soportar para el espectador adulto.
En cuanto al elenco, Ariana Grande comienza con una interpretación que deja bastante que desear; se nota incómoda y rígida frente a la cámara. Sin embargo, conforme avanza la historia, logra encontrar algo de soltura y demuestra que, más allá de su talento vocal, puede desenvolverse con cierta dignidad en la actuación. Cynthia Erivo, por su parte, ofrece un trabajo correcto, pero demasiado encorsetado. Su constante gesto de preocupación se vuelve repetitivo, restando matices a su personaje. Ninguna interpretación destaca especialmente, ni para bien ni para mal: el conjunto actoral cumple, sin sorprender.
Lo más destacable de 'Wicked' se encuentra, sin duda, en su apartado técnico. La dirección artística y el diseño de vestuario son visualmente atractivos y cumplen con creces su cometido. Los escenarios, aunque se perciben artificiales, poseen encanto y coherencia estética. No es de extrañar que la película haya recibido reconocimientos en estas categorías: la ambientación está cuidada y visualmente resulta satisfactoria.
Aun así, el conjunto no logra despegar. 'Wicked' es una producción que, pese a su despliegue visual y su mensaje bienintencionado, se pierde entre canciones interminables, humor inocente y un ritmo que agota. Una película que podrá encantar a los amantes del musical, pero que para muchos otros —entre los que me incluyo— resultará simplemente insoportable.