Para Milo, todo es un aburrimiento. Cuando una cabina de peaje aparece misteriosamente en su habitación, el joven decide cruzarla simplemente porque no tiene nada mejor que hacer. Sin embargo, al otro lado, las cosas parecen ser diferentes. Milo visita la Isla de las Conclusiones, a la que solo puedes acceder saltando, y conoce a Tock, un perro con un reloj a su espalda. El niño está a punto de embarcarse en una aventura que le hará comprender una importante verdad: la vida no es aburrida. De hecho, es mucho más divertida de lo que se habría podido llegar a imaginar.