Tras lo ocurrido, Katie Piper creó una Fundación con la que se dedica a concienciar sobre la difícil situación de las víctimas de las quemaduras y otras personas con lesiones de desfiguración.
En 2009 se retrasmitió un documental sobre su experiencia titulado "Katie: My Beautiful Face", que le valió una nominación al BAFTA y se mostró en 15 países diferentes alrededor del mundo.
En 2011 se estrenío la serie Katie: My Beautiful Friends y tuvo cuatro partes. En ella Piper se reune con personas que han sido desfigurados, discapacitados o físicamente alterados como resultado de una enfermedad, lesión, asalto, accidente o cirugía.