Con tan solo catorce años, Luis XIV (Emil Tarding) sabe que gobernará algún día. El joven rey dedica la mayor parte de su tiempo a su gran afición, la danza, dejando el reinado y la toma de decisiones a su madre, Ana de Austria (Colette Emmanuelle). Mientras la mujer intenta dirigir el país, Luis crea piezas de baile con la música del extravagante y libertino Jean-Baptiste Lully (Boris Terral), el compositor de su corte. Cuando el músico se ve obligado a abandonar Italia, encuentra un mecenas en el joven Luis, pues sabe que ama su música. Con el tiempo, Luis se convierte en el Rey Sol, tomando el control de los asuntos políticos y militares de Francia, para disgusto del príncipe Conti (Idwig Stephane), que había sido el asesor de Ana de Austria durante la regencia. El nuevo rey introduce la danza y la música en el reino, y, con ello, a su gran amigo Lully.