Opiniones sobre El método Williams

REY RICHARD UNA FAMILIA GANADORA (EL METODO WILLIAMS)

Película usa 2021, de una duración de 128 minutos, de una valoración de 6/10, bajo dirección de Reinado Marcas Green y guión de Zach Baylin, con un presupuesto de 50 millones. Biopic de la familia Williams.

El mayor peligro para la credibilidad de un biopic es contar con la bendición y la producción de la parte implicada. Y en esas arenas movedizas que ni Roland Garros es en las que se mueve esta mezcla de hagiografía y filme deportivo clásico que apuesta por el juego contemporizador desde el fondo de la pista, siempre esperando el fallo del contrario. Nunca ejecuta el golpe con fuerza y precisión, sino que decide simplemente apuntar: el coste psicológico para las dos leyendas del tenis y el resto de la familia, la discriminación racial, un pasado complicado del protagonista, un tipo bravucón y arrogante lleno de contradicciones y con alma de showman, que solo se intuye pero se esconde en pos de la amabilidad...

Y entre tanto apunte, la convencional puesta en escena con un tenis de retales y un guion que telegrafía contados fogonazos con el momento Cenicienta, o la conversación entre marido y mujer, y rara vez intenta lo inesperado, no le queda otra que refugiarse en el antes príncipe y ahora rey Smith sobrante de carisma, que pide a gritos el Oscar.

Los principales problemas son una duración desmesurada. No hay ninguna necesidad de alargar esta historia de superación hasta las dos horas y media. El filme se estanca y vuelve a coger brío según llega a un torneo final con amor patrio de barras y estrellas ante ‘el monstruo final’ dibujando a una Arancha Sánchez Vicario incapaz de entender que una chica de color la derrote y que incluso recurre a la artimaña para poder vencer ante una tenista usa de origen humilde.

Otro problema es que sus intenciones hagiográficas la convierten en algo cercano al panfleto. No hay ni rastro de la ex mujer de Richard Williams y los cinco hijos a los que abandonó, tampoco se comentan los métodos que muchos califican de poco ortodoxos, ni siquiera que volviera a abandonar a su nueva mujer y madre de las tenistas por una pareja sólo un año mayor que Venus.

También hay un ensalzamiento del sueño americano muy propio de Will Smith, obsesionado con el tema y una de las constantes de sus elecciones como actor. El que se esfuerza triunfa y sale de las calles pobres. Ese es el mensaje del filme, que perpetúa una idea de meritocracia antigua y falsa. Para su protagonista, y por el punto de vista que adopta el filme, si luchas vencerás todas las adversidades, y eso no ocurre. También se desprende una mirada neoliberal moralmente dudosa sobre el éxito, basado en la victoria, el dinero y alcanzar el número 1 del mundo.
La contradicción en el que igualmente se fusiona, el entrenar obsesivamente ante una lluvia infernal, con el divierte jugando, criticando al resto de padres.

La película prefiere centrarse en todo ello que en mostrarnos cómo tuvieron que luchar el triple por ser negras, como lograron colarse en un deporte donde los que lo practican y los que lo ven suelen ser señores ricos y blancos. No se para a pensar qué había ocurrido para que dos jóvenes tan talentosas estuvieran condenadas a malvivir en su barriada si no tuvieran un padre loco. Mejor mostrar a un Richard Williams como un iluminado, con una personalidad ‘complicada pero atractiva’ que tenía claro lo mejor para sus hijas. Un masaje al sueño americano que estará en los Oscar por encima de infinidad de títulos que merecen mucho más reconocimiento que un filme convencional y conservador.