El hombre del Norte
Nota media
3,5
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51 Críticas del usuario

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Faramir
Faramir

10 usuarios 66 críticas Sigue sus publicaciones

3,5
Publicada el 5 de febrero de 2023
Como película sobre los vikingos es muy buena, en mi opinión representa mucho mejor que la serie de HBO "Vikings" como eran esas gentes y su cultura en muchos aspectos brutal y despiadada. Una historia de venganza, muy cruda y salvaje, que no para de subir la intensidad con un final épico. No es una película suave, es dura y cruel, no hay buenos ni malos, solo vikingos siendo vikingos, tanto el protagonista como los malos son igual de malnacidos aunque la peli intente darle tintes de héroe al protagonista.
Raul C
Raul C

83 usuarios 169 críticas Sigue sus publicaciones

3,0
Publicada el 23 de abril de 2022
El Hombre del Norte (2022).


"Te vengaré, padre. Te salvaré, madre. Te mataré, Fiolnir.”
El director de “El Faro” estrena este drama nórdico de venganza al más estilo ‘shakespiriano’ protagonizado por el último Tarzan, Alexander Skarsgard y la joven actriz estadounidense Anya Taylor-Joy.

“Solo he conocido el odio, pero deseo liberarme de él.”
La historia transcurre en el siglo X, donde los vikingos -uno de los pueblos más sanguinarios, violentos y traicioneros que han pisado Europa- gobernaban las zonas más frías del norte. El personaje del mayor de los Skarsgard ha crecido desde que su tío matase y usurpase el trono a su padre, y él solo piensa en la venganza como meta en su vida. Para ello huye a las tierras que hoy ocupan Ucrania, y de ahí a la fría Islandia.

Dos horas y cuarto de metraje para contar una trama que bien podía haberse limitado a 90 minutos. Y es que “El Hombre del Norte”, a pesar de las buenas críticas recibidas, no evita que miremos el reloj repetidas veces a lo largo de su lenta evolución.
Aún contando con una buena ambientación de la época, donde la inmundicia y el hedor dominaban la civilización de entonces, una fotografía tan oscura como la misma trama (donde se repetirán las visiones oníricas de nuestro protagonista) y de una buena interpretación por parte de secundarios de la talla de Willem Dafoe (visto también en “El Faro”), Nicole Kidman y Ethan Hawke, el largometraje de Robert Eggers (director, coproductor y coguionista) no logra, en mi opinión, entretener quizá debido a su ritmo europeo, a pesar de ser una producción estadounidense.

Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6
Alfonso Gautier Mellado
Alfonso Gautier Mellado

2 usuarios 18 críticas Sigue sus publicaciones

3,5
Publicada el 28 de octubre de 2022
Una película muy homogénea a mi parecer. Es la típica historia de venganza que al final te deja con un sabor amargo, sin nada de lo que esperar después. También es cierto que es algo larga para lo que cuentan, el tiempo podrían haberlo reducido algo. Quitando esto, las actuaciones son de 10, gran trabajo por parte de los actores que se nota que han puesto un gran esfuerzo en realizar la película lo mejor posible.
David Filme
David Filme

16.926 usuarios 270 críticas Sigue sus publicaciones

3,5
Publicada el 22 de septiembre de 2022
"El Hombre Del Norte" es una destacable epopeya medieval en la era vikinga, dirigida por Robert Eggers y protagonizada por Alexander Skarsgård.
Isla de Hrafnsey, año 895 D.C. El pequeño príncipe vikingo Amleth es testigo de la muerte de su padre a manos de su tío Fjölnir, quien toma el poder y como esposa a su madre, la Reina Gudrún. Luego de escapar y convertirse en un hombre, no descansará hasta conseguir su venganza. El príncipe danés Amleth es una de las grandes figuras legendarias de la Escandinavia Medieval, cuyas aventuras se remontarían a un antiguo poema en islandés antiguo escrito aproximadamente en el siglo X, del cual, sin embargo, sólo han sobrevivido dos versiones latinas del siglo XII y una nueva versión en islandés moderno del siglo XVII. Si bien se considera la Chronicon Lethrense compuesta hacia 1170 (siglo XII) anterior y complementaria a la Gesta Danorum completada a principios del 1210 (siglo XIII), se le concede mayor autoridad precisamente a esta última elaborada por el historiador medieval danés Saxo Grammaticus (1150-1220) por cuanto entrega más detalles de las aventuras del príncipe danés, quien debe huir del reino de Selandia (la isla más grande de Dinamarca) luego de que su tío Feng asesina a su padre Horvendill, el rey, y toma por esposa a su madre Gerutha, obligándolo a simular estar loco. Luego de ser enviado a Bretaña con dos sirvientes y una carta al rey bretón de asesinarlo, un astuto Amleth cambiará el mensaje para que el destinatario dé muerte a sus compañantes y le conceda en matrimonio a su hija. Sin embargo, posteriormente, descubrirá un pacto secreto entre Feng y el rey bretón para vengar la muerte el uno la muerte del otro, lo que supondrá una compleja posición para Amleth.

Dicha reconocida leyenda escandinava y otras sobre las proezas vikingas, había fascinado desde pequeño al productor y actor sueco Alexander Skarsgård, miembro de la destacada dinastía de actores iniciada por su padre, el legendario Stellan Skarsgård, quien manifestaría su intención de llevar a la gran pantalla la historia de Amleth al productor danés Lars Knudsen ("Midsommar", 2019). Juntos presentarían el proyecto a Warner Brothers en 2011, sin embargo, a pesar de cierto interés, finalmente no se materializó. Tendrían que pasar 6 años para que Skarsgård pudiera reflotar el proyecto al coincidir con Robert Eggers en 2017, quien buscaba hacía tiempo hacer una película de temática vikinga luego de haber viajado a Islandia un año antes junto a su esposa, la psicóloga clínica Alexandra Shaker, amante de la literatura medieval escandinava. En dicho viaje, Eggers conocería a la reconocida cantante y actriz Björk, quien a su vez le presentó al artista e intelectual Sigurjón Birgir Sigurðsson, mejor conocido como Sjón, con quien finalmente acordaron investigar y escribir el guión juntos. Fiel al notable, detallista y riguroso estilo documental que le caracteriza, el cual le ha significado crear películas con una ambientación narrativa y técnica realmente brillantes, entre rigurosamente históricas y sugerentemente épicas, como en "The Witch" (2015) y "The Lighthouse" (2019), Eggers se sumergiría junto a Sjón en una cantidad no despreciable de fuentes bibliográficas medievales, por cierto, que las mencionadas Chronicon Lethrense (1170) y Gesta Danorum (1210), pero también la Edda Poética (1260) atribuido a Sæmundur fróði Sigfússon y la Edda Prosaica (1220) de Snorri Sturluson, consideradas ambas las fuentes existentes más importantes de la mitología escandinava y leyendas heroicas germanas, la Saga de Egil Skallagrímson (inicios del siglo XIII) también de Snorri Sturluson, la Saga de Grettir (siglos XIII y XIV) de autor desconocido pero basado en un texto de Sturla Þórðarson, la Saga Eyrbyggja (mediados del siglo XIII) de autor anónimo y la Saga del rey Hrólfr Kraki (entre los siglos XIII y XV) también anónimo.

De esta forma, utilizando la legendaria historia de Amleth, que dicho sea de paso serviría de clara inspiración a William Shakespeare para que escribiera su famosa tragedia "Hamlet" (1602), Eggers y Sjón construirían una gran epopeya de venganza, en la cual destacan varios elementos narrativos. El primero es, claramente, la traición del hermano/hermanastro que asesina y derroca a su hermano el rey, una de las claves más importantes del relato y que ha sido utilizado desde la antigüedad en relatos míticos religiosos y legendarios, como la historia bíblica de Caín y Abel o el relato egipcio de Osiris y Seth, además de, por supuesto, la tragedia shakespeareana inspirada precisamente en el legendario Amleth, de la letra de Saxo Grammaticus. Sin embargo, a las fuentes de inspiración del conflicto hamletiano, Eggers también sumará otras cinematográficas, basadas siempre en dicho conflicto, como "Conan The Barbarian" (1982) de John Milius (que más bien resulta en una versión alternativa) y, también, por qué no decirlo en la historia de los leones Mufasa y Scar de "The Lion King" (1994) de Rob Minkoff y Roger Allers. Un segundo elemento narrativo del film a destacar es la concepción del honor. Los antiguos vikingos otorgaban gran importancia al honor y consideraban un privilegio morir en el campo de batalla luchando, tras lo cual podrían acceder al Valhalla o "salón de los caídos", un gigantesco y majestuoso salón ubicado en Asgard. En dicho salón, los dioses Odín y Freyja recibían a los muertos en batalla luego de ser conducidos por las valquirias, organizados en masas de héroes y dioses germánicos legendarios conocidos como einherjers o espíritus guerreros, con el objetivo de ayudar a Odín a preparar la resistencia de la morada de los dioses ante el Ragnarök o Apocalipsis.

De hecho, en la secuencia del ritual de purificación y sanación del Rey Aurvandill con Amleth tras volver herido de una incursión, ritual por cierto encabezado por Heimir, el brujo y bufón de la corte, Aurvandill advierte a su hijo que está consciente de que será traicionado inminentemente y que deberá vengarlo o vivir en la vergüenza. Este sentido del honor será, en gran medida, la llama que mantendrá vivo el espíritu de su venganza. También, podemos advertir como tercer elemento el destino para el cual los antiguos guerreros nórdicos eran criados. Estos creían fuertemente en el destino como fuerza impulsadora de la vida ya que su muerte ya estaba preconcebida, en el caso de los guerreros, en el campo de batalla, lo que une este punto con el párrafo anterior sobre el honor. La cinta tiene varias escenas en las que el relato recuerda la fuerza del destino, a través de las creencias paganas sobre el mismo. Lo observamos en el mencionado ritual de Aurvandill y Amleth, en un segundo encuentro esta vez con una bruja que le recuerda su deuda pendiente y de paso le permite tener visiones sobre la vulnerabilidad de su enemigo, su tío Fjölnir, quien ha perdido el reino y ahora se redujo a un mero señor local y ganadero y, finalmente, en una tercera experiencia ritualista con otro brujo, quien invoca el espíritu de Heimir y ordena el forjamiento de Draugr, "La no muerta", espada con poderes mágicos como ser indestructible, pero manejable sólo en la oscuridad de la noche. Un cuarto componente es el tratamiento de uno de las aspectos más interesantes y legendarios de los vikingos, el estado berserker. Un estado emocional y psicológico de combate, psicótico diría yo, insensible al dolor y convertidos literalmente en una fuerza descomunal similar a la de un oso o toro, para el cual ni el fuego ni acero había alto.

La película nos brindará varias secuencias en las que podremos observar dicho estado, por ejemplo, en el ritual para invocar la furia del lobo Fenrir (que según la mitología se libro de sus cadenas para matar a Odín en el Ragnarök) y al que Amleth se une a los vikingos de Rus, fundadores de Kiev y traficantes de esclavos para Constantinopla, para luego saquear y asesinar a una villa completa, sin embargo, de forma ordenada y estructurada, a pesar del caos que supone un ataque sorpresa y caótico. Otras secuencias son aquellas en la que Amleth enfrenta a su tío cuando este se alistaba a asesinar a Olga, cuando finalmente asalta la casa de Fjölnir dejando a la familia de su tío muerta y, por supuesto, su apocalíptico encuentro con el asesino de su padre en el desenlace. Un quinto elemento, siempre presente en las películas de Eggers es el simbolismo y, por supuesto, en "The Northman" (2022) no es la excepción. Uno de estos aspectos simbólicos es el El Árbol de los Reyes, que Amleth lo percibe por primera vez cuando toca la herida de su padre Aurvandill en el ritual de Heimir, en donde ve a sus todos sus ancestros reales. Posteriormente, lo volverá a ver cuando toque la herida que Fjölnir hizo en el cuello a Olga, enterándose que su amada tendrá dos hijos, un varón y una niña y que esta última será reina. Se supone que el Árbol de los Reyes está inspirado en el Yggdrasil o el árbol de la vida que sostiene los 9 mundos vikingos y en cuya cima se encuentra Asgard, la morada de los dioses. Otro es el sacrificio animal y humano, practicado por los vikingos en situaciones puntuales y que en el film observamos se lleva a cabo como un ritual de purificación y ofrenda a los dioses, por ejemplo, cuando Fjölnir y su pequeño vástago Gunnar se despiden del asesinado Thorir y ungirse para enfrentar a Amleth, hasta entonces escondido bajo el nombre Bjornulf.

De la misma forma, que Eggers resalta el desorden imperante como una forma de corrupción y decadencia es una representación propia de los vikingos, que no veían en el mundo bondad y maldad, sino orden y desorden, con un fuerte enfoque ecocéntrico y no antropocéntrico. Un sexto elemento importante de mencionar es el rol de la mujer vikinga en el film. Los historiadores coinciden que las mujeres vikingas disponían de derechos y roles bastante más amplios que la mayoría de sus contemporáneas. Algunas mujeres acompañan a sus hombres en actividades de saqueo y conquista y tenían pleno manejo de las decisiones domésticas y los esclavos. En la cinta, Eggers construye principalmente dos personajes femeninos protagonistas, la reina Gudrún, madre de Amleth y Olga, la mujer del príncipe vikingo. La madre transita a lo largo del relato por sendero que, primero, la presenta como una mujer sumisa y víctima de la codicia y lujuria de Fjölnir, para luego convertirse en la real villana de la historia al revelarle la verdad sobre la muerte de su padre y su supuesto secuestro a manos de su cuñado. Incluso, hay una escena surrealista en la que le sugiere que mate a Fjölnir y a los hijos que tuvo con él y que la tome por mujer, en un acto incestuoso. Por su parte, la eslava Olga es retratada como una chica sin destino que, no obstante, finalmente estaba atada al destino de Amleth. Claramente con intenciones de incluir un aspecto más romántico en relación a las verdaderas mujeres que formaron parte de la vida de Amleth en los poemas medievales, se le presenta como la esclava vendida por los vikingos de Rus a Fjölnir, junto con el propio Amleth.

Poseedora de una fuerte conexión con la naturaleza y la tierra a la cual considera su religión, Olga se convertirá en la mujer fuerte y cómplice que ayudará al héroe a consolidar su venganza, por ejemplo, envenenando a los criados de Fjölnir con hongos que produces alucinaciones o rescatándole cuando el tío de Amleth se prestaba a acabar con él. Será, por supuesto, su pilar emocional para concretar su venganza, pero también se convertirá en la fuente de descendencia de Amleth, un crisol al fin de cuentas de sangre real que el héroe entenderá que debe proteger incluso a costa de su propia vida, como observamos en la dramática secuencia en la que le despide abruptamente de ella tras ver el Árbol de los Reyes en su herida y abandonar el drakar que los alejaba de la Isla de Hrafnsey. Un último aspecto a resaltar es la violencia. Los vikingos tenían fama de ser un pueblo extremedamente violento en sus incursiones o ataques relámpagos, no así en la vida cotidiana. Con todo, el director entrega varias secuencias realmente brutales narrativa y visualmente. Entre ellas, podemos encontrar el asesinato de Aurvandill a manos de los hombres de Fjölnir empalado por todos los costados con lanzas, la mutilación de la nariz de un criado de Fjölnir por un joven Amleth para escapar al que luego le meterá su espada completa por el agujero nasal, el escarmiento a través de degollamiento de Fjölnir a sus criados para descubrir al cómplice del asesino de su hijo Thorir, por supuesto las rápidas, pero efectivas muertes de la reina Gudrún y el pequeño Gunnar, la muerte de la doncella y el caballo (éste fuera de cámara), o el collage de extremidades que Almeth hace con los cuerpos de los amigos de Thorir.

Como en sus dos obras anteriores, Robert Eggers vuelve a dar cuenta de su preciosismo visual y nos regala una cinta espectacular también en todos sus aspectos plásticos. Es cierto que en este film se embarcó en su primera producción de gran estudio, con Universal y Regency como avales con un presupuesto de US$90 millones (incluyendo el proceso de postproducción), pero con todo es posible advertir la artesanía plástica característica de su filmografía. La película tiene una cantidad enorme de hermosas postales naturales que dan cuenta de belleza natural e inhóspita de la Europa del Norte, y transporta definitivamente a la Islandia del siglo IX, de forma similar a como lo hace, por ejemplo, el alemán Lukas Feigelfeld en su magistral "Hagazussa" (2017). Como es de costumbre en sus filmes, exigió al máximo al equipo técnico, especialmente a su fotógrafo Jarin Blaschke ("The Lighthouse", 2019) y a sus actores sometiéndolos a condiciones climáticas extremas. Con Irlanda del Norte como epicentro para la fotografía principal, por ejemplo, para las escenas en la Tierra de la Rus se filmó en Portglenone, Clandeboye Estate, Shanes Castle y en el río Bann, con mucho frío, lluvias y aguas gélidas, utilizando una sola cámara y sin considerar planos menores, lo que significa que filmó para no añadir tomas menores posteriores. De la misma forma, con la acostumbrada obsesión por recrear lo más ajustado posible las realidades históricas en que se ambientan sus films, Eggers ofrece una sobresaliente ambientación de la dura vida cotidiana vikinga repartida entre un complejo ejercicio de la ganadería y la agricultura por las condiciones climáticas y la guerra, la constante amenaza de los strandhögg o ataques de playa en que saqueaban y asesinaban por doquier, la realización de rituales y hasta formas de entretenimiento como el mencionado knattleikr, etc. Para ello construyó el pueblo del Rey Aurvandill en Torr Head, en la costa del condado de Antrim, mientras que la granja de Fjölnir, en Knockdhu, cerca de Larne.

Por otra parte, la cantera de Hightown, en las afueras de Belfast, sirvió para representar al volcán Hekla, pero de todas formas viajó a Islandia para fotografiarlo, junto al glaciar Svínafellsjökull y la ciudad de Akureyri. El impresionante cráter del volcán fue alterado con una ajustada intervención de CGI para hacerlo entrar en una aterradora erupción que supone el combate final entre Amleth y Fjölnir en el epílogo, que recuerda, por una parte, la secuencia final del Rey Arthur de Camelot y Mordred en "Excalibur" (1981) de John Boorman. Comentar además que dicha secuencia es una clara representación del Helheim, el inframundo vikingo. Eggers, desde luego, se tomaría sus atribuciones para dicha secuencia final del Holmgang o duelo a muerte, en donde los guerreros se enfrentan desnudos y sólo con una espada y un escudo de madera como protección, en una clara alusión a la increíble fuerza física y emocional en el campo de batalla de los vikingos, más aún en su estado berserker. Entre las decenas de curiosidades del film, vale la pena mencionar, por ejemplo, que la mayoría de las traducciones de las runas no coinciden necesariamente con el significado original de éstas, que corresponden efectivamente a las que se usaban a fines del siglo IX y principios del X. Así, lo más preciso sería Hrafnsey - Isla Raven (Atlántico Norte), Garðariki - Kyvian Rus (Tierra de la Rus), Ísland - Islandia (Islandia), Draugsþatr - Capítulo de Draug (La daga nocturna se alimenta), Helgrindi - Hell-Gate (Las puertas del infierno) y Amloðasaga - Saga de Amleth (El hombre del norte). Por otra parte, la secuencia en la que los Úlfhéðnar atacan el pueblo eslavo, Amleth atrapa una lanza en el aire y se la arroja a los eslavos en un solo movimiento. Esto remite a una vieja historia islandesa medieval de la Saga Njáls en la que Audolf arroja una lanza al héroe vikingo Gunnar, quien la atrapa en el aire y la lanza directamente a través de Audolf y su escudo.

Una cuestión que llama la atención del espectador puede ser las marcas en los dientes de la valquiria. Eggers lo incluyó porque descubrió que había evidencias en cuerpos en tumbas vikingas con líneas horizontales talladas en los dientes. Esta práctica, por lo demás, era particularmente común en la Isla de Gotland. Los historiadores creen que los tallados dentales eran decoraciones, llenas de pigmentos de colores. De la misma forma, la secuencia del hechicero con la cabeza momificada de Heimir se inspiró en el mito de Odín y su maestro Mimir. Cuando Mimir fue decapitado por los dioses rivales de Odin, éste puso en vinagre la cabeza decapitada y la reanimó con magia para que Mimir pudiera continuar enseñándole. Por otra parte, las escenas del funeral de Thórir se basan en el relato del siglo X de Ibn Fadlan sobre un funeral de Rus. De hecho, Eggers incorporó casi textualmente las palabras de Kormlöth, la sirvienta que es asesinada para acompañar a su amo en el relato de Ibn Fadlan. Finalmente, la brutal escena en la que Amleth clava 8 extremedidades en la pared de la casa de Fjölnir es una referencia al córcel de 8 patas de Odín, Sleipnir. Robin Carolan y Sebastian Gainsborough fueron los encargados de componer la banda sonora del film. Eggers quería una partitura que siguiera la tónica de sus dos películas anteriores, compuestas por Mark Korven, con una combinación de cuerdas espeluznantes e inquietantes y una intensa disonancia electrónica, que diera la sensación de lo que siente Amleth, titubeante, furioso y curtido por los elementos naturales.

Con todo, Eggers exigió que se replicara lo más pegado posible a cómo debería sonar la música vikinga del 800 D.C. y aunque no se sabe cómo sonaba, sí se conservan instrumentos de dicha época. Para ello, tras consultar con el músico y etnógrafo Poul Høxbro, utilizaron instrumentos como el tagelharpa (una lira de cuatro cuerdas con arco), el langspil (una cítara islandesa tradicional), la lira kravik y la säckpipa, un tipo primitivo de gaita. Luego, los combinaron con un conjunto de cuerdas de 40 piezas y trompetas, además de una gran variedad de elementos de percusión y estilos vocales humanos, para crear una partitura minimalista y evocadora como pocas. Destacan temas como "The King", una melodía cruda y áspera para instrumentos nórdicos tradicionales. También "Guðrun", tranquila e íntima con el tagelharpa de protagonista y "Birch Woods" y "Bloð Inside/I Choose Both", más bucólicos, para las secuencias de Amleth y Olga. Finalmente, temas como "Escape", "The Land Of The Rus" y la conmovedora "I Am Your Death" destacan por una avasalladora candencia de los tambores. Originalmente, el estreno de "The Northman" estaba programado para el 8 de abril, luego de la premiére en Roma del 1 de abril, pero luego se retrasó para el 22 de abril de 2022. También se llevaron proyecciones especiales en algunas ciudades como en Estocolmo, Hamburgo, Londres, Leicester, Belfast, Los Ángeles y, por supuesto, Roma.

Las actuaciones son correctas, Alexander Skarsgård pone carne y alma al personaje de Amleth, encarna a la perfección ese hombre violento, animal, torturado, en busca del bien para los suyos y el odio para sus enemigos. Además de Alexander, el filme contó con un gran reparto que incluyó al danés Claes Bang como Fjölnir el Sin Hermanos, tío de Amleth y hermanastro de Aurvandill. Nicole Kidman que interpreta a la Reina Gudrún, madre de Amleth, realiza una actuación convincente (espeluznante e incómoda la escena dramática que sostiene con Amleth como madre e hijo). Anya Taylor-Joy como Olga del Bosque de Abedules, esclava, curandera y mujer de Amleth. Su interpretación es de absoluta sencillez, luce como un pulsar en una noche sin estrellas. Embota los sentidos, devora al lobo, refulge como el acero al rojo vivo, con cada aparición en la pantalla, abarcando todo el espectro de sentimientos. Ethan Hawke encarnó al Rey Aurvandill Cuervo de Guerra, padre de Amleth, luce una madurez genuina en una actuación sobria como demandaba la situación. Gustav Lindh como Thorir El Orgulloso, hijo mayor de Fjölnir y primo de Amleth. Elliott Rose encarna a Gunnar, hijo menor de Fjölnir y hermanastro de Amleth. Willem Dafoe como Heimir El Tonto. La reconocida cantante y actriz Björk interpreta a la bruja eslava. Oscar Novak como el joven Amleth. Ian Whyte es el Draugr y Hafþór Júlíus Björnsson, estos últimos ambos intérpretes de "La Montaña" Clegane de la Serie "Games Of Thrones", 2011-2019.

En definitiva, destacable epopeya medieval en la era vikinga, una épica aventura de venganza que brilla por un gran y respetuosamente histórico guión, la acostumbrada excelencia técnica de las películas de Eggers, grandes interpretaciones y una música acongojante, sin ser sinfónica. La película fue nominada al Mejor thriller en los Saturn Awards y recibió 4 nominaciones a los Hollywood Critics Association Midseason Awards a la Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Actriz de Reparto y Mejor Director.

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cine
Un visitante
3,5
Publicada el 16 de julio de 2022
Para mi modo de ver, peca de típica en el aspecto vikingo (mismo tipo de historias y motivaciones que el resto de pelis/series), lo que la hace buena, es la ambientación, la época tecnológica en la que estamos y un buen elenco de actores, simplemente buena, sin más.
Geo Landia
Geo Landia

3 críticas Sigue sus publicaciones

3,0
Publicada el 5 de julio de 2025
La película en si no es mala,retrata fidedignamente cómo eran en si los hombres del norte,no solamente los vikingos,hay que destacar que el protagonista es en si un desterrado después de el asesinato de su padre ,en el ritual en el templo de Odín hizo la promesa, posteriormente es esclavo (algo habitual en la cultura nórdica de esos tiempos),posteriormente se convierte en un úlfhéðnar, éstos guerreros eran un tipo de berserker, y su nombre, que significa "piel de lobo", hace referencia a su distintiva vestimenta. Se asociaban con el dios Odín y se creía que entraban en un estado de furia similar a la de un lobo durante la batalla,recordar que en el ritual del templo de Odín se le otorgó esa misión.
El problema de la película es que si no tienes conocimiento de la religión Asatru y sus rituales no entenderás ni jota, además los diálogos son lentos. Destaco la participación de Björ como la Volva. En resumen,no es una película para todos,debes tener algo de conocimiento de la religión Asatru y cultura nórdica,si no te aburres.
Mario Marín
Mario Marín

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3,5
Publicada el 28 de mayo de 2022
Las expectativas que se generaron alrededor de éste artista tan personal se han trucado al entrar en contexto: han habido injerencias por parte de la gran productora sobre el metraje final.

El film, pese a estar modificado desde el principio, podría definirse desde una cosmovisión personal como el único largometraje hasta ahora, enorme en aspectos técnicos, y complejo, en forma y fondo.

Complejo: pues el estudio que financió ésta obra transformó en post producción la decisión personal del director, y es evidente que las transiciones de realidad y magia se ven afectadas, pues lo onírico y la fantasía parecen querer decir qué son, cuando aquello que es más que realidad no dice nada, si no que genera duda, estremecimiento y una perturbación general y súper-personal.

El cineasta desde sus inicios ha abarcado una cantidad irracional de objetividad hacia lo racional: ahondar en ése aspecto realista de las cosas, de las cosas que llegan a ser metalitearias: separar y saber, aunque inverosímil, que todo lo que hay en la vida es real, pero cargado de una magia tan oscura y onírica, siempre en el éter, pero nunca palpable, o palpable si cedemos a la lo locura (The Lighthouse) o vendemos nuestra al alma a belcebú (The Witch).

De ésta forma el film nos lleva por el mismo camino, a replantear que el destino, más que un juego y decisión ex profeso, es una cualidad del más allá que termina en el mismo aspecto si fuéramos libres: en la misma muerte.

El aspecto realista y siempre presente en todas las obras del director se ve marcado aquí, pero de forma latente: las imágenes, siempre bien pensadas, llegan a tocar un punto estremecedor: se ve oscuro con justa razón: las pocas grafías y luz que nos muestran son lo único que podamos recordar, lo demás forma parte del propio espectador; y que ésa visceralidad de tocar la forma (fotografía) sea recordando los inicios del cine, imágenes en movimiento que no están en movimiento y que se mueven porque lo retenemos, no porque en verdad se quedan –un axioma menester.

Ahora, si en “The Lighthouse” la locura y lo onírico toman toda línea central de la cinematografía y lo literal, aquí, donde vemos realidad es realidad porque un aspecto fuera de foco lo dice; las imágenes en el film nos muestran que hay un más allá, un locura que impera, pero que se ve trastocada, pues la naturalidad, la forma expresionista y romanticista de contar historias se truca y nos permite un lienzo de cuánta cala realista, aunque por instantes y fuertes instantes, nos deja ver eso tan especial que define el Cine del director, que los mundos, los akelarres, los ritos y el espíritu humano son reales; pese a la carga realista, todo lo que hay en el presente proviene de la cualidad más insana: las brujas nos han de recordar que el doctor Freud tenía razón (y lo voy a cambiar): que nuestras acciones están definidas por lo familiar y no por lo que en verdad somos.

El film demuestra que el destino es una elección del corazón, aunque estamos definidos por la ilustración y el romanticismo, el deseo perenne de saciar la carne humana puede más que cualquier detenimiento. Si bien el personaje principal estaba relegado a la soledad y lo animal, cuando decide emprender su viaje de venganza logra hacer vínculos, romper lentamente con ése sentimiento venenoso que lo atormenta y que lo lleva a replantear algo nuevo: o amas lo que se te ha dado, o te mueres con tu propio deseo.

El mismo vestuario de la película nos cuenta bien el fondo: cuando el protagonista es un niño se viste con inocencia; cuando llega a la adultez se hunde en la masculinidad y el animal que lleva dentro, dejando cegarse por la sangre y la muerte; al tomar su destino se viste y se comporta como esclavo, si toma el destino se cohibe a ser libre, demostrando que la línea que separa la decisión propia es la esclavitud de muerte, pero, cuando encuentra a Olga (después de escapar de su asesino) se abre paso con nueva vestimenta haciendo alusión a que el amor y el verdero propósito en medio de la odisea al inferno es el amor, y el amor, por más romanticista que suene, lo puede todo.

Viendo el film se puede notar cierta alusión del lenguaje teatral, recordándome a films como “The tradegy of Macbeth”, en donde el lenguaje utilizado proviene completa y explícitamente de las palabras de Shakespeare; también, en el transcurso de la película vemos la mención indirecta de “Edipo Rey”: la madre del protagonista besa a su hijo y le dice que si los mata a todos ella será su reina, un claro ejemplo, de que “The Northman” puede traducirse en destino y destino en Shakespeare; un poco de intertextualidad: los nuevos bagajes del cine actual, digamos: Joyce.

Lo que deja ver el film es una historia entretenida, nunca decepciona el director, pero sus luchas contra el estudio lo han llevado a sentir en carne y hueso lo que significa vender el alma, ya lo hizo con la pobre niña en “La Bruja” y lo vemos aquí, en la misma realidad.
Si bien, me esperaba encontrar con una obra más onírica, su combinación de BRUJA y FARO brillan bien, pero no lo suficiente para mantenerme tan exaltado como sus obras anteriores por separado.

El estudio relegó una visión personal, pero no la trucó por completo, el cineasta sigue moviendo su visión personal desde lo estético (recreando imágenes artísticas y en contra de la simplicidad de las grandes producciones) y manteniendo al tanto un fondo que cuenta peripecias que significan más que el propio final.

Por último, aunque prevaleció ciertos aspectos personales, es evidente que las visiones personales deben quedar de donde vienen: el satisfacer un deseo propio que jamás será comprendido por un mundo realista que nos lleva al suicidio o simplemente a la desilusión de una verdad más compleja: satisfacer un destino en verdad destino: contar historias que estremezcan.
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