El 6 de marzo de 1906, cuatro personas fueron ejecutadas públicamente por atentar contra el presidente Rafael Reyes, un hecho que marcaría el inicio del cine en Colombia al ser representado en imágenes. Años después, un director rueda una película sobre este suceso histórico, pero su trabajo se ve interrumpido cuando su madre, de forma repentina, deja de hablar.
Esta crisis lo obliga a detener la filmación y a volcar su mirada hacia lo íntimo, iniciando un registro personal sobre la misteriosa enfermedad de su madre.