Opiniones sobre El amor en su lugar

Película española del 2021, de una duración de 103 minutos, con valoración de 6/10, bajo dirección de Rodrigo Cortes y guión de Dautel Safier. Drama teatral.

El largometraje nos lleva a Enero de 1942, ante una compañia de teatro judia que representa una obra musical en el viejo teatro semiderruido "Fémina" del gueto de Varsovia; donde Jerzy Jurandot estrena su obra que dirigió cinco meses a la gran deportacion, es el escenario de la lucha por la supervivencia de un grupo de actores con sus propios dramas más allá de la obra.

La obra teatral como transfondo narrativo, es un enredo de parejas obligadas a compartir habitación en una pensión por las estrecheces del ghetto y la guerra cuya convivencia se complica cuando maridos y esposas intercambian atracción por los del vecino.
Pero durante la representación, tambie se desarrolla otra historia personal de supervivencia, en la que varios de ellos deben tomar decisiónes vitales, conjugando un drama paralelo que se produce detrás de bastidores, en el que además deben sortear con incertidumbre la amenaza mortal de los controles nazis.
Su autor en la vida real no es Patryk como aparece en la cinta, si no Jerzy Jurandot, un afamado dramaturgo judío polaco de la época, que escribió una seudo comedia musical desde el propio ghetto polaco, en la que se burlaba en clave de comedia de las exigencias de la invasión.

Es una historia narrada de modo intimista y emocional, con pegadizos pasajes musicales, que consigue mantener con creces el delicado equilibro entre la comedia (que se muestra en escena), y el drama (del gueto en el que se hallan atrapados). Una trama de personajes narrada en tiempo real, que transcurre casi toda ella en ese teatro (salvo el plano secuencia inicial de contextualización), con una puesta en escena dinámica y técnicamente impecable, dotada de un ritmo por veces frenético, y la creación de una atmósfera oscura, opresiva y claustrofóbica.
La melodia de las canciones se perdieron, de manera que Víctor Reyes ha tenido que musicarlas para el filme, esi si ajustándose al estilo del teatro musical europeo de la época.
Además la película se permite sus guiños al suspense clásico por la vía de la banda sonora y jugando con la amenaza, más que real, de el oficial de la SS. 
Los planos en los que acompañamos a la protagonista perdiéndose entre los pasillos del teatro intentando tomar una decisión en la que a veces coquetean con ser la antesala de una decisión mucho más drástica de la que finalmente toma.
Pero en El amor en su lugar, pese a ser tirabuzones narrativos, todo lo que ocurre es, por desgracia, más que verosímil en la intrahistoria real.
Por otra parte, y como es evidente, la película es una defensa de la función del arte y la ficción como catarsis tanto personal como colectiva frente a la tragedia. El teatro en este caso aparece como un arma capaz de pelear por la libertad aunque sea una libertad precaria y casi íntima, capaz de sostener la dignidad de quienes la defienden.

El gallego Rodrigo Cortés ha dirigido una película sencilla en su argumentacion, pero extremadamente compleja en la puesta en escena, en la que todo va girando al servicio de un mensaje esperanzador para un tiempo difícil de resilencia. El amor en su lugar es muy dura en lo que cuenta y su final es optimista en un sentido más metafórico que literal, pero de últimas invita a que el amor, el arte y la esperanza nos permitan seguir siendo humanos y, aunque sea fugazmente, felices, incluso en el mismísimo infierno humano.

En la interpretacion nos topamos en su mayoría, con un plantel poco conocido, flojo, y falto de tablas, ante unos personajes talvez algo planos.
La protagonista, Clara Rugaard (en Stefcia) es quien mejor sale parada, a pesar de la escasa solidez de su personaje.
Entre los secundarios se podria llamar la atencion el veterano  Magnus Krepper que se hace con uno de los interesante momento de la trama en la parte final; por contra tanto Ferdia Walsh-Peelo (en Edmundo), como Mark Ryder (en Patryk) no logran en conseguir talla como patenaires dando replica a Clara Rugaard, en el triángulo amoroso que desde los primeros compases se muestra diluido, postado, y falto de captación.
Amar o ser amada, es la dicotomía que le plantea otro de los personajes, y aunque la solución se va deslizando, previsible, la angustia de la protagonista, sus dudas y las posiciones del resto de personajes se transmiten con credibilidad. Contribuye que Clara Rugaard, que también produce, decida vaciarse en el papel.

En resumen es un metraje muy arduo en su construcción, pero directo en lo que quiere contar y cómo lo cuenta. Con un final que, a pesar de su dureza, se puede percibir como algo excesivamente edulcorado, ante el duro final historico, pero al que nos ha llevado mediante un viaje emocional que sirvr para subrayar el mensaje tras ella en la complejidad humana, ennla que solo el arte y el amor, sin filtros ni negociaciones, nos pueden salvar, sean cuales sean las circunstancias.

Ha sido una decepción. Gran dominio técnico frente a unos personajes con un tratamiento superficial. En ningún momento son creíbles. Una pena.

ME HE SALIDO DEL CINE ES LA SEGUNDA VEZ EN MI VIDA QUE LO HAGO Y VOY TODAS LAS SEMANAS YA QUE SOY UN CINEFILO CONVENCIDO , ME PARECE UNA PELICULA OSCURA, LENTA