Debut cinematográfico inmejorable de uno de los cineastas más importarles de la historia del cine francés, un cineasta el cual culminó de manera legendaria el cine clásico francés, culminó de manera bestial en la Nouvelle Vague y redifinio un nuevo concepto culminando obras maestras en el cine noir.
Jean-Pierre Melville el cual más tarde sería nombrado como el padre espiritual dentro de la Nouvelle Vague, realiza la versión cinematográfica de la novela clandestina escrita durante la ocupación nazi por Vercors del mismo nombre.
El film en sí es profundamente crudo y sobrio, cargado por doquier de simbolismos y escenas emotivas, Melville construye una especie de ensayo dramático real para mostrarnos el poder del silencio, la resistencia interior y varios dilemas morales que tuvieron los soldados alemanes en la Segunda Guerra Mundial, empatizando con ellos desde el otro punto de vista.
El silencio que da nombre a la película y la envuelve e invade es un gesto de firmeza y rechazo frente a la ocupación siendo el mutismo el arma secreta de los protagonistas "mudos".
La presión y el dilema entre el amor o el deber esta constantemente presente sobre todo al final de la cinta en el perosnaje del soldado, así como el idealismo o la verdad absoluta, o el silencio o la palabra, todo ello marca el ritmo tanto narrativo como visual de la película.
El film transcurre en su mayor parte en una única habitación siendo ahí donde se desarrolla casi todo el dilema, por lo que el estilo fílmico de la cinta es casi teatral, junto con una voz en off utilizada de una manera mejor imposible.
El ritmo es lento, como dije antes marcado pornel silencio y la puesta en escena conservadora y controlada, esto le da un peso dramático y reflexivo enorme donde cada palabra dicha o incluso no dicha da una importancia mayor a lo que está pasando.
El film entra dentro del movimiento de cine de resistencia francés dentro del cine clásico del mismo, que aunque este solía ser bélico, Melville opta por hablarnos más de una épica interior, donde la resistencia es ética.
Además es un poco en sí una película muy precursora de la Nouvelle Vague, con una producción baja con pocos medios, y una ruptura clara de lo clásico.
La trama narra la historia de Werner (Howard Vernon), un oficial nazi que durante la ocupación de Alemnia a Francia llega a una casa rural donde vive un tío con su hija (Jean-Marie Robain & Nicole Stéphane). Allí se quedará unos meses a vivir, pese al silencio absoluto de los dos propietarios de la casa a modo de desconformidad. Aún así Werner el cual es un hombre culto y soñador habla con ellos todos los días de manera educada sobre cultura y sobre cómo ama a Francia y su deseo de que prospere junto a Alemania.
Ante las charlas de Werner los dos propietarios siguen mudos, pero reflexionan sobre sus palabras.
"Le Silence de la Mer" es una obra elegante, que utiliza magistralmente el silencio como protesta y que da abiertamente al mundo dilemas morales y éticos sobre la guerra sin bandos en los que pensar, sólo pensando en las personas.
Obra maestra como opera prima de Jean-Pierre Melville.