Largometraje de Usa del , de una duración de 124 minutos, con valoración personal de 6/10, bajo el director de Omaha Alenxander Payne y guion Jim Taylor, novela. De Louis Begley, con un presupuesto 30 millones dedólares.
Payne sabe crear un estilo propio ante este tipo de progonista perdido y vacio que intentan encontrar una oportunidad al sentido de su vida, en un road movie usa.
Buena actuación de Nicholson. Si bien en un curioso recien jubilado de clase media desfasado, patético, triste y escasa gracia, en la que curiosamente brilla como un hombre que muestra una increíble tolerancia hacia las personas intolerables, en el que llenar su tiempo. Payne construye una cinta interesante, bajo la base dramática, sin perder su veta de humor negro tan bien expresada por Nicholson, con un director que sabe alternar las luces y las sombras.
Es una peculiar narrativa que si bien es una comedia. Resulta mucho más triste que muchos melodramas que buscan la lágrima fácil; pues descubre que ya no es nadie, en el que su mujer lo engañaba con su mejor amigo, a su hija le molesta, y que su única salida es apadrinar un niño africano, ante alguien que le escuche y entienda en su soledad. La película intenta ofrecer una mirada crítica a la cultura estadounidense y, a la búsqueda del éxito profesional a expensas de abandonar otros aspectos de la vida y los que la componen.
No sigue un ritmo narrativo tradicional. En vez de presentar una historia con un desarrollo rápido y lleno de acción, si no que se encanta en el cambio reflexivo del protagonista. En cuanto a las tomas de cámara, la película utiliza un estilo visual que complementa la narrativa y el estado emocional del protagonista. Primeros planos que se utilizan frecuentemente para mostrar la expresividad de Jack Nicholson, quien interpreta a Warren Schmidt, permitiendo al espectador conectar con sus emociones y pensamientos internos. Planos estáticos y movimientos sutiles, en un estilo de la cámara es generalmente sobrio y realista, con movimientos sutiles que acompañan la acción y no distraen del desarrollo de la historia, lo que ayuda a crear una atmósfera de melancolía y reflexión. Buena Fotografía de James Glennon y, una música que acompaña muy bien de Rolfe Ken.