Después de lo divisiva que fue The Little Mermaid, la saga de las acciones vivas de los clásicos de Disney pudo volver a recobrar fuerza con Mufasa: The Lion King. La película anterior merecía tener una segunda entrega y aunque en esta película vemos a Kiara, prefirieron optar por hacer una película que nos narra los orígenes de Mufasa. Aquí usaron la fórmula de The Godfather Part 2 al hacer que Rafiki le cuente a Kiara la historia de Mufasa. Esto fue una buena decisión, ya que no se sabe sobre el pasado de Mufasa o lo que llevo a Scar a tener sentimientos en contra de él. Solo se sabe que se ha visto en las películas animadas, en la serie The Lion Guard. Esta película ofrece una muy buena historia de origen sobre cómo Mufasa paso a convertirse en rey y también vemos cómo él, Scar, Sarabi, Rafiki y Zazu se conocieron. Lo sorprendente es que aquí resulta que Scar y Mufasa no eran hermanos de sangre, como muchos creyeron a partir de las películas animadas. Claro que es un tema complicado debido a que la película animada y la acción viva pertenecen a dos realidades diferentes y por eso hay cosas que pueden no cuadrar. Si hay algo que se ha demostrado cuando Disney realizó las acciones vivas de The Jungle Book o 101 Dalmatians es que la franquicia de clásicos animados tienen sus propias realidades alternas. Lo visto en Maleficent, Dumbo o Cruella hace que las acciones vivas de estos clásicos sean evidentemente universos alternos. Lo cual eso le da validez a todo lo que Disney ha hecho. Su segunda versión de The Little Mermaid incluso cuenta como un universo alterno. Esta segunda versión de The Lion King tiene un canon diferente al de la versión original. En la versión animada Mufasa provenía de un largo linaje de reyes, pero esta película presenta una realidad donde Mufasa es huérfano. Aun así, no se puede descartar la posibilidad de que tenga un linaje real, ya que la película no da detalles sobre quienes son los padres biológicos de Mufasa. Lo más probable es que sean leones reales que perdieron su reino por algún infortunio y por eso iban en busca de Milele. Otra prueba de que esta es una realidad alterna es la historia de origen de Scar en esta película. El origen de este personaje había tenido hasta el momento dos versiones. La primera fue en un libro infantil y la segunda en The Lion Guard. Esta última narra un origen que oficialmente es canónico en la versión animada de The Lion King. The Lion Guard brindo información esencial para el canon de este universo animado y respondió preguntas que databan desde The Lion King II. Esta película de acción viva nos presenta una tercera versión sobre el origen de Scar que prueba que esto es evidentemente una realidad alterna y un nuevo canon. Aquí por fin usa su nombre original que no había sido utilizado en las películas animadas. De hecho, la historia de origen que le dieron a Scar es hasta cierto punto mejor que las versiones anteriores y hasta la película anterior ya nos lo presentó como la mejor variante que se pudo hacer de la versión animada que interpreto Jeremy Irons. Hay mucho más enfoque en la hermandad entre él y Mufasa. La historia de origen que le dieron a Scar le da bastante sentido al sentimiento que él desarrolla contra Mufasa. Que no sean hermano de sangre lo hace más lógico todavía para este nuevo canon. Taka es un príncipe mimado con un padre que le dice que ser un rey debe medirse por el poder y no por el mérito. A pesar de la crianza que tuvo, Taka es al principio un león con un buen corazón y entabla un fuerte lazo de hermandad con Mufasa. Pero la perdida de sus padres, el amor que siente hacia Sarabi y su falta de valor se convierten en una mezcla que chocan con ese sentimiento de sentirse indigno de ser un líder. Los consejos que Taka recibió de su padre y el hecho de que Mufasa tiene más mérito en el liderazgo son lo que hacen que Taka vaya perdiendo el amor que tiene hacia su hermano y se vaya convirtiendo en Scar. Tener un hermano adoptivo que se lleve todo el mérito que sientes que debía ser tuyo genera ese desdén que Scar tiene hacia Mufasa en la película original. Aunque haya faltado profundizar un poco más o hacer un par de mejoras, la forma en que Taka evoluciona hasta convertirse en Scar es estupenda. Mucho de lo que se ve aquí encaja con lo visto en la película anterior. Tras apoderarse de las Pride Lands, Scar quería que Sarabi fuera su reina y daba indicios de que su enojo hacia Mufasa era también porque Sarabi lo había elegido a él. Esta película da una explicación de ello y es que Taka amaba a Sarabi. Que ella haya decido ir con Mufasa hizo que Taka desarrollara más desprecio hacia su hermano. Taka es consumido por el odio y eso lleva al punto donde consigue su cicatriz. En The Lion Guard se ha explicado que la cicatriz es la marca del mal y es un equivalente a la marca de Caín. Eso es parte de la mitología de la versión animada, pero en la acción viva tiene un significado más simbólico. Taka se cambia el nombre a Scar porque su cicatriz simboliza su traición, haciendo de nuevo referencia a la marca de Caín. Esta sería una de las mejores historias de origen de un villano. En nuevo antagonista que se nos presenta es Kiros y resulta ser un villano bastante feroz. Muchos de los villanos de The Lion King no logran decepcionar y Kiros es también un villano bastante bueno. Tiene una personalidad cruel y despiadada que recuerda a Zira. En número musical "Bye Bye" es lo único que no pega mucho con Kiros. Aunque se hizo de forma corta, estuvo bien ejecutada la forma en que Mufasa entabla su relación con Sarabi, Zazu y Rafiki. La película animada presentaba a Rafiki como una especie de sabio y un posible chamán. Ya la segunda película y la versión del 2019 lo presentaron como un chamán que parece tener habilidades sobrenaturales. En esta película pudieron dar a conocer un poco más eso y ya se conoce mejor al personaje. Rafiki es un chamán con una especie de don y es un buen aporte para esta actualización del personaje. Una buena mejora fue que esta película se sintió un poco más colorida y viva que la película anterior. Muchos se quejaron de que en la película anterior los animales no tuvieran expresiones faciales y la realidad es que los animales no pueden hacer eso en la vida real. Pero en esta entrega los animales tienen expresiones que sí se pueden notar en los rasgos faciales y hay que admitir que eso también fue una mejora para que los personajes se sientan más humanos. Un punto en contra que tiene la película es que Timon y Pumba interrumpen demasiado a Rafiki. Ellos siempre fueron alivios cómicos muy esenciales y se entiende que sus interrupciones deberían ser uno de sus gags. Pero en este caso las interrupciones de estos personajes se vuelven algo molestas y estorban el ritmo de la película. Los chistes de Timon y Pumba tendrian que haber estado más controlados como en la película anterior. Aunque las canciones originales no son tan llamativas o memorables, la banda sonora al menos contó con fragmentos y referencias de la partitura original de Hans Zimmer. Eso hace que esta película mantenga el sabor y el aura de sus predecesoras. Mufasa: The Lion King conserva el ADN de la franquicia, a pesar de sus diferencias con el canon de la versión animada. Eso la convierte en una película bastante buena que compensa la sensación divisoria que ha dejado las tres acciones vivas anteriores que Disney produjo. Mi calificación final para esta película es un 9/10.