Asesinato... 1-2-3

El trabajo emprendido a partir de 1990 por Barbet Schroeder alrededor del thriller merece de evaluar en su totalidad a pesar de que ninguna de sus propuestas posea la suficiente calidad individual como para ser considerada más allá de la corrección. Incluso esa rareza colombiana de La virgen de los sicarios se queda a medio camino de lo que promete. Sin embargo, resulta decepcionante que esa indagación –voluntaria o circunstancial- en el género, tenga su cierre con Aseinato... 1-2-3, mero vehículo para su productora, Sandra Bullock, quien interpreta a una detective que investiga el asesinato de una mujer, quien ha muerto a manos de dos jóvenes estudiantes en busca del crimen perfecto. Schroeder presenta todas las cartas sobre la mesa desde el comienzo, y a partir de ahí intenta indagar en los mecanismos narrativos del género, pero cae en la complacencia hollywoodiense y, sobre todo, en h