Crítica de SensaCine.com para Vanilla Sky: Ciudadano Dildo

En el póster de Vanilla Sky la efigie de Tom Cruise domina todo el encuadre, sin dejar lugar a otros intérpretes que también aparecen en el film como Cameron Diaz o Penélope Cruz. Este remake de Abre los ojos de Alejandro Amenábar se llevó a cabo a mayor gloria del ego del actor, en esos momentos una de las estrellas más poderosas de Hollywood. Su mayor momento de gloria tiene lugar en el arranque del film. Tom Cruise conduce por una Nueva York desolada donde solo queda un ser humano: él.

Cameron Crowe quiere convertir Vanilla Sky en una fábula sobre el valor efímero del poder. El personaje de Tom Cruise pretende funcionar como un Ciudadano Kane del siglo XXI (lo apodan Citizen Dildo), un poderoso empresario de la prensa entregado al hedonismo propio de la época. Aunque aquí la única inocencia perdida que echa en falta es la que cree encontrar en el personaje que encarna Penélope Cruz, su primer amor verdadero al que pierde por culpa de haber sido un frívolo anteriormente con las mujeres...

Crowe hereda los defectos del film original de Amenábar: la deliberada confusión narrativa que no aporta nada a la película, la moralina sobre el poder, la misoginia en los retratos femeninos... y aporta poco nuevo, más allá de una banda sonora con los típicos temas con los que nos recuerda que trabajó como precoz periodista musical en la Rolling Stone.

A favor: la ambientación en Nueva York.

En contra: la poca fuerza de la propuesta dramática.