Película animada de Letonia del , de una duración de 82 minutos, con una valoración personal de 7/10, bajo dirección de Gints Zibalodis y Guion Maliss Kaza, con un presupuesto de 3'5 millones de €.
Magnífico metraje con profundidad, sensitivo, buenísimos dibujos, y extraordinario colorido, por lo que la sitúa entre lo mejor de su año.
Aunque el metraje es simple, logra poder conectar de manera genuina con cada uno de los personajes dándoles personalidad en una aventura de supervivencia y extraños acontecimientos que la convierte en una historia fresca y entretenida. Lo sorprendente es que, sin diálogo, consigue transmitir una experiencia visual y emocional único que hace que valga la pena verla, en el que guía al espectador a través de un viaje en la naturaleza y su fauna. Sin palabras, solo con imágenes y música, somos testigos de cómo estos animales intentan encontrar un nuevo equilibrio cómplice y sobrevivir juntos en un entorno completamente transformado.
Un road movie animada con la capacidad de transmitir emociones profundas a través de acciones, miradas y comportamiento animal, supervivencia y el instinto de preservación. En cada escena se respira una sensación de lucha y esperanza que resulta conmovedora. Aunque la historia no tiene grandes giros ni un clímax explosivo, obviando quizás la escena tan interpretativa con el pájaro secretario, encontramos un ritmo constante y un mensaje profundo que mantienen al espectador conectado hasta el final, de una forma sosegada en la que cada animal aporta su rol al grupo ante la supervivencia en un mundo posapocalíptico, la cual se convierte en narrativa.