Opiniones sobre Depredador 2

Un atrevido intento de expandir los mitos de su predecesor, aunque fundamentalmente paralizado por un tono esquizofrénico y la aburrida dirección de Hopkins.

Sorprendentemente, la secuela de la clásica película de ciencia ficción de acción opta por dejar de seguir a nuestro hombre Dutch en sus nuevas aventuras contra esta amenaza de cazadores alienígenas y, en cambio, opta por centrarse en una nueva serie de personajes. Y en lugar de continuar su viaje hacia las selvas de América Central, se concentra en la ciudad. El centro de la ciudad. El crimen del interior de la ciudad. La pandilla asolada por el crimen del centro de la ciudad. La jungla de hormigón si quieres. Si no obtiene el simbolismo, no se preocupe, "Predator 2" lo golpea en la cabeza con el mensaje de que este es un nuevo tipo de jungla. Una jungla de hormigón. "Predator 2" es tristemente una película ruidosa, fea e irritante que no hace mucho para diferenciarse de otras películas de su clase.

En Predator 2 , el policía renegado Mike Harrigan (Glover), dieciocho años en el trabajo, ha acumulado una reputación de violencia excesiva. También lo ha hecho su gloriosa película "B", que, según la tradición de Hollywood, pasó por más de veinte ediciones para disuadir a la MPAA de una clasificación NC-17. Hecho por Stephen Hopkins justo después de la quinta imagen de Nightmare on Elm Street , Predator 2 es innegablemente malo, pero es una buena prueba. Los guionistas originales Jim Thomas y John Thomas secan el golpe de Arnold Schwarzenegger de 1987 sin la participación de la estrella, quien sabiamente se fugó de la secuela superior Terminator 2: Judgment Day .

Predator 2 tiene lugar siete años después del futuro del cineasta, en 1997, Los Ángeles. Durante una ola de calor de 109 °, una guerra contra las drogas se libra abiertamente en las calles. Los colombianos se enfrentan al "jamaicano Voodoo Posse" por el título del peor estereotipo étnico: quiero decir, señores de la droga dominantes. Pero no contaban con una sola cosa: el enorme Predator (Kevin Peter Hall), un guerrero, atraído por el "calor y el conflicto", que disfruta de la caza del llamado "juego más peligroso". Después del escenario centroamericano de la primera película, el concepto de jungla a jungla urbana es una idea ingeniosa para una secuela. Es la ejecución que es en gran medida ingeniosa. Hopkins logra crear un festival de testosterona profano y violento, pero terriblemente incómodo.

Nadie podría atreverse a decir que Predator 2 es una secuela perezosa, con su ambicioso cambio a la jungla de hormigón de los años 90 en Los Ángeles. Sin embargo, sin las mismas garantías tonales de su predecesor, Stephen Hopkins ofrece un seguimiento al clásico de acción a veces tremendamente desigual, a veces insoportablemente ridículo.

Aunque su lanzamiento fue anterior a los disturbios de L.A. por dos años, es increíblemente difícil no ver el retrato de la decadencia urbana de Predator 2 con esas ópticas en mente. La dirección de Hopkins a menudo puede ser plana y poco interesante, pero al menos crea una estética del agujero del infierno palpable para la ciudad, una que graciosamente hace que el Predator golpee.

Danny Glover puede no ser Arnold Schwarzenegger, pero su atractivo más realista lo convierte en un líder entretenido de todos modos, mientras que Bill Paxton, el asqueroso Gary Busey y la alta popularidad María Conchita Alonso aportan un montón de sorpresas. Valor a la tabla.

Desafortunadamente, el latigazo tonal de la película es extremadamente irritante, cambiando de actitud de espantosa a tontería caricaturesca. La infame escena de "¿Quieres un poco de caramelo?" Y la secuencia en la que el Predator se repara en el viejo apartamento de una pareja se siente totalmente en desacuerdo con, por ejemplo, la terriblemente intensa masacre del metro y la memorable batalla del matadero.

aburrida, sin una trama consistente.

un arranque débil que, aunque más directo que el de su predecesora, no alcanza su solidez ni su impacto. violenta y sangrienta, mantiene el punto de vista característico de la saga con una mejora técnica notable que potencia su atractivo visual. los paralelismos con la entrega anterior son evidentes, aunque en esta ocasión los personajes carecen del carisma y profundidad necesarios para generar auténtico interés.

el enfoque, marcado por un tono excesivamente policíaco, se aleja de la tensión pura que definía a la original. la ambientación, oscura y sombría, refuerza el tono serio, pero resta dinamismo y vida al conjunto. narrativamente, resulta irregular: las ideas parecen no integrarse con fluidez, lo que debilita su desarrollo.

con todo, su apartado visual es destacable, con efectos especiales claramente mejorados y un ritmo que evita caer en largos tramos muertos. el clímax aporta la mayor dosis de energía y acción, dejando una sensación final de espectáculo entretenido pero desigual, que no logra replicar la fuerza ni el magnetismo de la primera entrega.