La siguiente entrega de la franquicia de clásicos de Disney continua la historia de Moana ahora en un nuevo viaje donde no solo pone a prueba sus habilidades como navegante, sino donde también descubrimos que el destino tiene un lugar para ella. Con esta película, se pretende extender más la historia de la película anterior y al menos ofrece otro viaje más por los océanos polinesios. Uno de los puntos favorables es que la película da más contexto sobre la tribu polinesia y que esta ha estado dividida por causa del dios Nalo. Ahora la misión de Moana es hacer que los miembros de esta tribu dividida vuelvan a reunirse una vez que encuentre a Motufetu. Desde luego es una película divertida de ver con un interesante nuevo capítulo y no decepciona con esa animación que sigue siendo digna de admiración. La banda sonora está bastante bien, aunque la única canción que más sobresale es Beyond. Siendo honestos, esta es la única canción que transmite más emotividad y es la más memorable de toda la banda sonora. Lo único que se puede decir es que al compararla con la película anterior, esta es una secuela superficial que no ha hecho un desarrollo mucho más adecuado al viaje de Moana o a sus nuevos compañeros. Mientras Heihei fue la única mascota que le hizo compañía a Moana en la película anterior, aquí también le dieron esa misma oportunidad al cerdito Pua. Este tierno animalito merecía tener más participación y esta película al menos le dio esa oportunidad. Los nuevos compañeros de Moana están más que nada para ser alivios cómicos. Loto, Keke y Moni tienen mucha personalidad, pero hacía falta darles un desarrollo para no apresurar su transición de una tripulación incompetente a compañeros ideales. La película toma decisiones muy precipitadas y eso es debido a que la película fue planeada en un principio como una serie de televisión, pero decidieron convertirla en película a último momento. Se nota que la narrativa tiene calidad de un proyecto para la televisión y eso hace que hubiese sido necesario haber replanteado mejor la trama principal. A diferencia de la película anterior, aquí hay más comedia de la que normalmente había en la película anterior y los momentos emotivos son escasos. Aun así tiene buenos momentos como el número musical Beyond, la batalla contra la tormenta de Nalo y el ascenso de Moana como alguien al nivel de Maui. En cuanto al carismático Maui, no tiene tanta participación hasta que se reencuentra con Moana. Quizás se podría haber esperado más de Maui, pero aún sigue siendo un personaje relevante. Es claro que prefirieron reservarlo para el gran momento en que debe traer a Motufetu de vuelta a la superficie, siendo este momento otra referencia a un evento de la mitología polinesia donde Maui saco a la superficie la actual isla de Hawái. Moana 2 no es para nada una mala película porque verla ofrece un rato agradable, es solo que al tratarse de una secuela de una película querida, pues el nivel de emoción y aventura no fue duplicado como tendría que haber sido. Aun así, esta película deja abierta la posibilidad de que esta sea una saga donde veamos a Moana emprendiendo más aventuras y batallas para proteger a su pueblo. Viendo ambas películas juntas, se nota que hay bastante en este universo que se puede explorar e ir desarrollando con más secuelas. Aunque Moana 2 no es una de las mejores secuelas que se hayan hecho, al menos es agradable verla a ella junto con Maui teniendo otra aventura marina. Mi calificación final para esta película es un 8/10.