También un sheriff necesita ayuda

El pequeño pueblo de Calender vive completamente inmerso en la fiebre del oro desatada por todo el lejano Oeste gracias al descubrimiento de un yacimiento por parte de Prudy Perkins. Mientras buscadores de oro procedentes de todos los rincones del mundo inundan el pueblo, el avaricioso clan de los Danby se lucra cobrando un tributo del 20% sobre todos los cargamentos del valioso metal que abandonan la localidad, dado que la carretera atraviesa sus terrenos. Tres sheriffs distintos han intentado acabar con su injusticia y han sido eliminados por los Danby. Pero todo cambia con la llegada de Jason McCullogh, que se dirigía hacia Australia pero decide hacer una parada en Calender para tomar el puesto de sheriff y solucionar los problemas del pueblo. Lo hará gracias a la ayuda del mendigo local, a quien nombra su ayudante, y a la gran puntería que demuestra al disparar su revólver.