Crítica de SensaCine.com para Imaginary: Amigos sin demasiada imaginación

La película Imaginary, dirigida por Jeff Wadlow, cuenta con un guion escrito en colaboración con Greg Erb y Jason Oremland. Aunque Wadlow es un habitual en la producción de películas para Blumhouse, ninguna de sus obras anteriores (como Verdad o reto en 2018 y la desafortunada nueva versión de Fantasy Island en 2020) ha tenido un éxito destacado. Sin embargo, en Imaginary, el director muestra una mejora en su enfoque, especialmente lo cuidado de los escenarios en la parte final de la película. A pesar de esto, el filme se queda en la mediocridad y solo satisface a un público que busca un entretenimiento más bien básico. La trama gira en torno a un amigo imaginario con una mente propia y una vena sádica latente, pero en lugar de explorar ideas originales, se limita a seguir las pistas de otras películas de la compañía.

El problema central de la película radica en la construcción de los personajes, que se asemeja a dinámicas familiares recurrentes en numerosas películas de terror. DeWanda Wise interpreta a una escritora de libros infantiles y artista cuya creación principal es 'Simon la Araña', un monstruo de dibujos animados inspirado en sus pesadillas de la infancia, donde era perseguida por un demonio arácnido en su antigua casa. A pesar de los malos augurios y otros traumas relacionados con esa casa (como mudarse allí tras la muerte de su madre y luego abandonarla rápidamente cuando tenía cinco años debido a problemas legales de su padre), ella anhela regresar allí con su esposo Max.

Además, el guión de la película es otro gran obstáculo. Escrito por los ya citados Wadlow, Erb y Oremland (estos últimos responsables de Monster High: La película y Playmobil: La Película), la trama de Imaginary está plagada de cosas que ya hemos visto antes, escenas superfluas y momentos que ponen a prueba al espectador. Una de las ideas más inverosímiles es la inclusión del personaje de Gloria (interpretada por Betty Buckley), una vecina que solía cuidar a Jessica y que, sorprendentemente, sabe demasiado sobre los amigos imaginarios. Gloria no solo es una experta en el tema, sino que también ha escrito un libro sobre los amigos imaginarios de los niños. Sin embargo, incluirla no logra dar coherencia a la historia y queda como un intento fallido de dar sentido al conjunto.