Tras haber resucitado a Scream con dos películas que le hizo honor a la obra de Wes Craven, el dúo de directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett trajeron una nueva propuesta que hace un pequeño aporte al mundo de los monstruos clásicos de Universal.
Abigail no es exactamente una película que usa una combinación de secuestro, cine de vampiros y humor negro. Su concepto es de hecho una reinterpretación de un personaje que ya existía desde antes, pero no tuvo mucha relevancia. Para ser claros, la película es una reimaginacion de Dracula's Daughter, la secuela del clásico protagonizado por Bela Lugosi. La hija original de Drácula era en ese entonces la condesa Marya Zaleska que no llego a trascender como la versión de Lugosi, pero fue revalorizada décadas después como una figura temprana del cine LGBT. Al tratarse de un personaje que no tuvo mucha relevancia, la hija del conde fue reimaginada en pocas ocasiones. Los casos más notorios de su reimaginacion son Lily de la serie The Munsters, Sibella de la película Scooby-Doo And The Ghoul School, Mavis de la saga Hotel Transylvania y Draculaura de la franquicia Monster High. El personaje titular de Abigail es otra reimaginacion del mismo personaje, con un enfoque más en su gusto por el ballet y un rostro angelical que oculta su monstruosa naturaleza. Aunque estas versiones de la hija de Drácula son diferentes, hay algo que estas variantes tienen en común y es que tienen bastante elegancia. Lily, Sibella y Mavis se aferran más a un estilo gótico, pero también tienen algo de esa elegancia que se aprecia en sus demás variantes. La fascinación de Abigail por el ballet muestra que ella también es muy elegante y usarlo como parte de sus técnicas de ataque demuestra que sigue parte del modelo que fue establecido por Marya Zaleska. La joven Alisha Weir interpreta muy bien al personaje y supera bastante el rol que ella tuvo en Matilda The Musical. La película jamás menciona que Abigail es hija de Drácula y tampoco se hace mención del conde. Pero hay muchas indirectas que indican que el padre de Abigail es Drácula. Curiosamente, la película inicia con la apertura de Swan Lake del compositor Tchaikovsky. Esta pieza musical es la misma que se utilizó en los créditos iniciales de la película Drácula de Tod Browning. Además, es evidente que esa es a composición favorita de Abigail, así que es más que solo un guiño al clásico de Lugosi. La mansión donde transcurre la película es un lugar antiguo y puede que sea algo que cualquier millonario podría tener, pero que sea una mansión antigua es demasiado casual. Cuando el padre de Abigail al fin aparece, jamás dice su verdadero nombre y solo es mencionado con un alias como en toda la película. Pero su aspecto y forma de actuar delata bastante que se trata de Drácula. Por más que el mítico conde haya tenido distinta versiones, es muy fácil identificarlo en la mayoría de ellas. Se desconoce el trasfondo de esta versión de Drácula, pero todo indica que en este universo logro ganar poder por varios siglos hasta ser un importante jefe en el bajo mundo. Abigail menciona que su padre nunca está presente cuando más lo necesita y es claro que Drácula ahora debe ser alguien muy poderoso con un negocio importante bajo su control.
Aparte de esta nueva concepción de Drácula y su hija, la película también hace un par de cambios a la imagen del vampiro. Primero juega conque los personajes discutan sobre los puntos débiles más básicos de un vampiro. Se conservaron unos cuantos aspectos tradicionales fundamentales y solo tres se dejaron de lado. El control mental es retratado por medio de la manipulación en vez de la hipnosis y se aplicó un medio de control hacia un personaje mordido parecido a una posesión. Los cambios notables que se hicieron a la imagen del vampiro en esta película son los colmillos tradicionales, siendo reemplazados por dientes filosos y una explosión corporal más sangrienta. Es interesante la reinterpretacion que esta película tiene de Drácula, su hija y el vampirismo.
Ahora viéndola como película, se nota que aquí decidieron tomar casi el mismo rumbo que Renfield. No actúa como una película tradicional de vampiros y al inicio se presenta como una película sobre secuestros. Sus personajes son un equipo con cualidades distintas que los vuelve adecuados para una película sobre robo y secuestro. Cada uno de ellos tiene sus razones para hacer este trabajo y casi todos resultan ser personajes muy interesantes. La película tiene pocos personajes, pero todos ellos resultan ser buenos, aunque haya habido algunas limitaciones para poder conocer mejor el pasado de cada uno. El tono se apega bastante al humor y eso hace que la película no sea muy aterradora, pero hay un ritmo estable. El humor de la película ofrece unos ratos divertidos y no apela mucho a la comedia, ya que es un humor que puede tomarse en serio. Mucho en esta película va bastante bien hasta que en los últimos momentos pierde un poco de sentido en una situación en específico. Cuando Joy y Abigail se conocen, parece que van a tener una amistad y aunque después parece que todo solo fue una manipulación de Abigail, lo que pasa en la última confrontación hace pensar que tendrían que haber desarrollado más la relación entre Joy y Abigail para que tenga más sentido lo que pasa en los últimos minutos.
Lo único que se puede decir de Abigail es que tiene una reinterpretacion muy interesante sobre la hija de Drácula y es una de las actualizaciones más destaclables que Universal ha hecho de los personajes de su franquicia de monstruos. No es una película que deja marca como hizo en parte su predecesora original, pero su versión del personaje hace que merezca una oportunidad. Mi calificación final para esta película es un 8/10.