Crítica de SensaCine.com para Un vampiro suelto en Brooklyn: Un vampiro con caras

Vehículo evidente para el lucimiento del actor Eddie Murphy cuya trama parte originalmente de una historia escrita por el propio actor, que intervino también directamente en el proceso de escritura del guión. Murphy, que venía de jugar, más o menos, sobre seguro con la tercera parte de Superdetective en Hollywwod, se metía aquí en la piel de Maximillian, el último superviviente de una estirpe de vampiros caribeños que recala en el barrio neoyorkino con la intención de dar con una mujer con la que perpetuar su especie. Esta no será otra que Angela Bassett, que venía de interpretar un biopic de Tina Turner y Malcolm X.

Tras las cámaras, Wes Craven, en horas bajas y antes de que su carrera reflotara con la saga Scream, defiende un argumento delirante cuya mezcla de comedia, romance y terror no acaba de funcionar y resulta una amalgama poco lograda cuya brillantez se reduce a un par de momentos aislados y a una "graciosa" integración de los efectos especiales.

A favor: La curiosa "tricaracterización" de Eddie Murphy, su discurso "el mal es bueno" y algún otro gag del cómico.

En contra: Su combinado genérico entre comedia y terror no funciona.