Siguiendo la tradición nómada del bauryna salu, Yersultan fue criado por su abuela desde su nacimiento, lo que generó en él resentimiento y distancia hacia sus padres. A los 12 años, tras la muerte de su abuela, debe regresar a vivir con una familia que apenas conoce.
Este cambio marca el inicio de una dura transición hacia la vida adulta, mientras Yersultan enfrenta una transformación emocional profunda. En medio del duelo y la confusión, intenta reconstruir los lazos familiares, especialmente con su padre, en un proceso lleno de dolor, descubrimiento y esperanza.