SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
Cinemania
por Carlos Marañón
"Detrás de ese decorado cinéfilo pinturero hay un sistema real opaco, plagado de personajes que pululan alrededor del dinero que se mueve entre mentiras y medias verdades. ""La verosimilitud de este universo subastero se sostiene gracias a la dupla Lutz-Drucker, que mantienen el interés de su vínculo personal entre obras de arte, y ponen el foco en las diferencias de clase ante los que les rodean de forma sutil."
La crítica completa está disponible en Cinemania
La razón
por Sergi Sánchez
"Bonitzer incide en los vínculos y fricciones estéticas de ambas disciplinas, poniendo de relieve el modo en que las dos se erigen en superficies de registro que funcionan como “un tejido de apariencias engañosas”.""Al final en El cuadro robado nadie es lo que parece, verbigracia de unos diálogos acerados y fluidos que funcionan como muros de contención dispuestos a ser derribados por la verdad más honesta, la que pertenece al único personaje que no se mueve por dinero."
La crítica completa está disponible en La razón
Cinemagavia
por Víctor Rosales
"El cuadro robado es un film de temática original y una oportunidad para conocer el mercado del arte y sus entresijos, el cual no ha sido llevado al cine frecuentemente.""Toca temas como las diferencias de valores éticos y morales entre clases sociales o la mercantilización de la cultura narrada con elegancia, sobriedad y sutileza acaban por hacer de la producción francesa, una buena película."
La crítica completa está disponible en Cinemagavia
El Mundo
por Luis Martínez
"El cuadro robado se mueve así en difícil y siempre magnético equilibrio entre el drama social y el suspense de subasta (caso que algo así exista).""La puesta en escena cortante, rápida y hasta ligeramente extraña ayuda a componer una película tan sugerente como poco convencional, tan rara como, en efecto, entretenida."
La crítica completa está disponible en El Mundo
El País
por Javier Ocaña
"Bonitzer, tipo listo, habla de la falsa elegancia, de inspiraciones, de historias del pasado que nunca acaban de gangrenar el presente, de artimañas para encubrir unas raíces de las que no enorgullecerse, y de la vergüenza como herida perpetua.""Desgraciadamente, Bonitzer sucumbe en el último tercio a un par de revueltas de guion que pretenden ser sorprendentes, pero que solo emborronan, y a algún parche de moderna política de género que nada aporta y que solo parece surgir como cuota de diversidad."
Cinemania
"Detrás de ese decorado cinéfilo pinturero hay un sistema real opaco, plagado de personajes que pululan alrededor del dinero que se mueve entre mentiras y medias verdades. ""La verosimilitud de este universo subastero se sostiene gracias a la dupla Lutz-Drucker, que mantienen el interés de su vínculo personal entre obras de arte, y ponen el foco en las diferencias de clase ante los que les rodean de forma sutil."
La razón
"Bonitzer incide en los vínculos y fricciones estéticas de ambas disciplinas, poniendo de relieve el modo en que las dos se erigen en superficies de registro que funcionan como “un tejido de apariencias engañosas”.""Al final en El cuadro robado nadie es lo que parece, verbigracia de unos diálogos acerados y fluidos que funcionan como muros de contención dispuestos a ser derribados por la verdad más honesta, la que pertenece al único personaje que no se mueve por dinero."
Cinemagavia
"El cuadro robado es un film de temática original y una oportunidad para conocer el mercado del arte y sus entresijos, el cual no ha sido llevado al cine frecuentemente.""Toca temas como las diferencias de valores éticos y morales entre clases sociales o la mercantilización de la cultura narrada con elegancia, sobriedad y sutileza acaban por hacer de la producción francesa, una buena película."
El Mundo
"El cuadro robado se mueve así en difícil y siempre magnético equilibrio entre el drama social y el suspense de subasta (caso que algo así exista).""La puesta en escena cortante, rápida y hasta ligeramente extraña ayuda a componer una película tan sugerente como poco convencional, tan rara como, en efecto, entretenida."
El País
"Bonitzer, tipo listo, habla de la falsa elegancia, de inspiraciones, de historias del pasado que nunca acaban de gangrenar el presente, de artimañas para encubrir unas raíces de las que no enorgullecerse, y de la vergüenza como herida perpetua.""Desgraciadamente, Bonitzer sucumbe en el último tercio a un par de revueltas de guion que pretenden ser sorprendentes, pero que solo emborronan, y a algún parche de moderna política de género que nada aporta y que solo parece surgir como cuota de diversidad."