Murieron con las botas puestas

Al llegar a West Point, Custer molestaba a todo el mundo con su arrogante personalidad, incluyendo a Beth, hija de un importante banquero. A pesar de que en West Point no resultó ser un buen estudiante, fue enviado a luchar en la Guerra de Secesión. La necesidad de oficiales llegó a ser tan desesperante que Custer fue desigando para un puesto de mando, distinguiéndose por sus bruscos modales. Al terminar la guerra se casó con Beth y su nuevo destino fue luchar contra los indios, lucha que terminó con la famosa e impresioante batallla de Little Big Horn.