En 2021 se descubrieron evidencias de tumbas sin nombre en los terrenos de un internado indígena administrado por la Iglesia católica en Canadá. Tras años de silencio, se revelan la separación forzada, la asimilación y los abusos sufridos por muchos niños en estos internados segregados, lo que desata una protesta nacional contra un sistema que buscaba destruir las comunidades indígenas. En medio de una investigación pionera, este documental ilumina la resiliencia de una comunidad que rompe ciclos de traumas intergeneracionales y encuentra la fuerza para seguir adelante.