una joya con poca relevancia; pocos sabrán apreciarla.
‘together’ arranca con una introducción impecable: en apenas unas palabras y acciones logra presentar a sus personajes con una claridad y naturalidad que pocas películas alcanzan. desde la primera escena establece un rumbo definido y un trasfondo emocional que capturan al espectador de inmediato. la propuesta resulta fascinante, planteando una reflexión profunda sobre el amor, las almas gemelas y aquello que entendemos como “el amor de tu vida”.
el apartado visual responde con crudeza y belleza a lo que la historia exige: no se trata de artificios excesivos, sino de recursos justos y efectivos, que refuerzan el tono intimista del relato. sin embargo, hay aspectos que impiden hablar de una obra perfecta. en ciertos momentos, la trama recurre a personajes cuya única función parece ser la de servir como vehículo explicativo, sin mayor desarrollo propio. a ello se suma la ausencia de un componente más explícito en lo visual, lo cual resta un matiz de realismo, aunque sin llegar a desentonar con el conjunto.
la música, que evoca inevitablemente a títulos como 'midsommar', acompaña de manera sutil y envolvente, generando una atmósfera cargada de significado. pero si algo sostiene y eleva a la película son sus protagonistas: alison brie y dave franco entregan actuaciones extraordinarias, con una química magnética que convierte cada interacción en un placer para el espectador. son, sin duda, de los mejores trabajos interpretativos que se han visto en el género en los últimos años.
es importante señalar que quienes consideren que el desenlace “no tiene sentido” probablemente no hayan comprendido el trasfondo de la propuesta. el final responde coherentemente a la lógica emocional y narrativa que la película ha construido desde su inicio, y entenderlo requiere aceptar la perspectiva íntima y simbólica con la que está concebida.
‘together’ es de esas películas que dejan con ganas de seguir explorando su universo, no porque requiera necesariamente una secuela, sino porque logra despertar un interés genuino por sus personajes y su historia. su espíritu recuerda al cine de a24, no tanto en lo estético, sino en el tipo de relato: íntimo, arriesgado y centrado en lo humano.
en definitiva, se trata de una obra cautivadora, con más virtudes que defectos, que se queda muy cerca de ser sobresaliente. una de esas experiencias que, al terminar, invitan a reflexionar y a querer volver a ver a sus protagonistas una vez más.