La verdad es que esperaba algo bastante peor. Con ese título, y sabiendo que era una producción para Prime Video, lo más lógico era temerse un pastiche juvenil sin gracia. Pero Viaje de fin de curso: Mallorca, sin ser buena, al menos se deja ver. Lo que no quita que tenga todos los errores típicos de este tipo de propuestas: guion flojo, personajes mal construidos, ritmo irregular y un mensaje final que intenta ser profundo pero se queda en lo superficial.
Lo curioso es que la película parte de un hecho real que en su día dio para muchos titulares: ese brote de COVID en Mallorca en 2021 que obligó a confinar a un montón de estudiantes en un hotel. A partir de ahí, Paco Caballero intenta mezclar comedia desmadrada, crítica social y drama generacional, pero se le va la mano con casi todo. Hay momentos en los que parece que quiere ser Project X, otros en los que busca el tono de El señor de las moscas, y otros directamente de Espejo público, con esa parodia que, todo hay que decirlo, está bastante conseguida.
Yolanda Ramos es, como siempre, lo mejor. Solo con verla ya sube el nivel de lo que tenga entre manos, aunque aquí aparece demasiado poco. El resto del reparto, muy irregular. Berta Castañé tiene algún momento decente, pero el personaje tarda tanto en explotar que cuando por fin lo hace, ya hemos desconectado. El resto de chavales parecen sacados de un casting de TikTok, con esa mezcla de desgana y sobreactuación que tanto abunda últimamente.
Lo peor no es eso, lo peor es el montaje, que hace que todo tenga poco sentido, y ese intento de darle un discurso serio al final sobre la brecha generacional y la incomprensión a la juventud actual. El problema no es que se plantee, el problema es cómo se plantea. De forma burda, sin matices, como si todo el mundo mayor de 30 fuese un cuñado sin alma y los chavales, pobres víctimas de un mundo que los oprime mientras se empastillan en la piscina. La sutileza brilla por su ausencia.
Aun así, hay momentos rescatables. La crítica a ciertos medios, ese aire caótico que refleja bien la ansiedad post-pandemia y alguna escena con cierta chispa. Pero no es suficiente. Da la sensación de que la película no sabe si quiere que nos riamos, que reflexionemos o que empaticemos con unos personajes que no terminan de ser creíbles. Si hubiese elegido un camino claro, podría haber salido algo mejor. Tal vez no una gran película, pero sí una más honesta.
Me da asco esta película, la tía al principio llorando y todos pensando que es algo grave y no, resulta que era por qué según ella el sistema que han dejado era una mierda cuando a los que culpa tuvieron que pasar por lo mismo y el COVID pudo ser una pequeña complicación pero no es para tanto y lo digo como adolescente que soy.
Hablan de trabajo y se meten con los policías que han estudiado y solo trabajan para ganar dinero que necesitan para vivir o pa su familia que solo cumplen órdenes de los de arriba, que no son los más molones por que es una mierda quedarse sin el viaje de fin de curso pero las profesoras que encima son voluntarias no merecen quedarse un día entero encerradas con gente insultando las, y dejando de malos a los polis especiales que fueron después cuando ellas se lo buscaron.
Hace un vídeo en la tele de que es l más molona y la que peor lo ha pasado como si fuera culpa de alguien y justificar con el "sistema lo que han ese hotel es de alguien, eso no lo limpian ellos, lo limpian limpiadores que día a día trabajan para conseguir un sueldo nefasto para wue unos retrasados les hagan ese lío por creerse guays pues no, no hablan de lo injusto que es el sistema, pues que se relajen.
Intentaron dar un mega mensaje y fue una mega mierda
Me quedan cinco minutos de película y te juro que no puedo más 臘♀️ si no doy mi opinión reviento.
Parto de la base de que tenía muchas ganas de ver esta película porque me gustan las películas de adolescentes, a pesar de que dejé de ser hace más tiempo el que me gusta admitir, pero esto es insufrible. Un montón de chavales descerebrados haciendo el gamberro sin ningún tipo de sentido ni conciencia .
Podía haber sido graciosa y hubiera sido un estilo a Fiesta de empresa, pero es que ni siquiera tiene eso. Es así como que dibujaron los chavales de ahora? Me niego a creer que se parezcan en algo a estos 臘♀️
Lo peor de todo es el monólogo de la protagonista con el que comienza la película y más tarde desencadena el desenlace. Por favor quien lo escribió? De verdad esa sarta de chorradas se supone que les hace pensar?
Viaje de fin de curso no es solo una mala película española: es peligrosa para los jóvenes por el mensaje que transmite y cómo lo normaliza. La película intenta convencernos de que los adolescentes viven atrapados por un sistema opresivo creado por los adultos, pero nunca muestra en qué consiste realmente esa supuesta opresión. No hay consecuencias concretas ni ejemplos de injusticia: solo inseguridades adolescentes exageradas para generar simpatía. En realidad, España ofrece ayudas, becas, programas de apoyo psicológico y oportunidades que generaciones anteriores no tuvieron. Si esto es lo que la película considera “opresión”, es una exageración absurda que ignora la realidad.
Los adultos son retratados como los únicos culpables del malestar juvenil, ignorando que ellos también sufren las dificultades del mismo sistema: paro, problemas económicos y responsabilidades familiares. La única culpa real podría ser haber sobreprotegido a los adolescentes, concediéndoles privilegios constantes sin exigir responsabilidad ni valores. Así, los adultos se convierten en caricaturas mientras los jóvenes son protagonistas irresponsables, egoístas y consentidos.
Esta glorificación de la inmadurez se hace evidente en escenas que exigen responsabilidad: los protagonistas se confinan en un hotel por un virus peligroso, pero ignoran las reglas, destrozan instalaciones y se comportan como si sus caprichos fueran lo más importante. La película presenta estas conductas como divertidas o heroicas, reforzando la idea de que la inmadurez y el egoísmo son admirables, sin mostrar consecuencias reales.
Los personajes, además, no evolucionan ni aprenden valores. Comportamientos como vender drogas, no estudiar, consumir drogas para evadir problemas, abandonar a amigos en momentos importantes o exhibir conducta sexual irresponsable son normalizados e incluso celebrados. Los errores graves se convierten en actos que “hacen popular” o que son motivo de orgullo, transmitiendo un mensaje peligroso: que no hay consecuencias y que la falta de responsabilidad está bien vista.
En definitiva, Viaje de fin de curso glorifica la irresponsabilidad, la inmadurez y la falta de valores, mientras presenta a los adultos como villanos y el mundo como un sistema opresor inexistente. Resumido en una imagen perfecta: un grupo de polluelos que no han salido del cascarón con el pico lleno de pienso, destrozando el gallinero porque la gallina no les ha dado más pienso. Y uno no puede evitar imaginar que, si hicieran una secuela en el mismo universo, como Mili de vuelta: El cuartel, los polluelos estarían ahora en uniforme… causando caos a ritmo militar.