Brian acaba de perder su trabajo y decide asumir el papel de padre a tiempo completo, intentando adaptarse a su nueva rutina familiar. Sin embargo, todo cambia radicalmente cuando acepta la invitación de otro padre para pasar el rato, sin imaginar que su nuevo amigo es un auténtico desastre.
Entre situaciones absurdas, malas decisiones y momentos de camaradería inesperada, Brian descubrirá que la paternidad puede ser tan caótica como divertida, y que incluso de las peores influencias pueden surgir grandes lecciones.
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