Los últimos guerreros

Lewis Gates (Tom Berenger), es un rastreador profesional que es contratado para localizar a tres peligrosos convictos que se han escapado de prisión. Tras una larga búsqueda Gates encuentra los cadáveres de los fugitivos en un rincón del desierto de Montana. Al parecer han sido asesinados, por lo que realiza una minuciosa investigación en la zona.

Su sorpresa es mayúscula cuando tras unas montañas descubre un poblado de indios Cheyenne. Gates recibe la ayuda de una antropóloga llamada Lillian Sloan (Barbara Hershey) que es experta en tribus nativas de Norteamérica. Ambos intentarán descubrir las causas por las que estos indígenas han logrado sobrevivir al exterminio producido por el hombre blanco un siglo antes.

La pareja comenzará a adentrarse en el poblado, logrando ser aceptados por los miembros de la colonia, pero el despiadado sheriff Deegan capitaneará una expedición por este remoto enclave. Su objetivo será aniquilar de una vez por todas a esta tribu milenaria.