Comedia gansteril
por Eulàlia IglesiasSobre el papel la idea debía ser buena. Un conocedor de la comedia en todas sus declinaciones como John Landis llevando a cabo un homenaje al género tal y como se practicaba en los años treinta. La cosa se empezó a torcer cuando la película devino un vehículo para posibilitarle un cambio de registro a Sylvester Stallone, aquí esforzándose durante dos horas en demostrar que no tiene ninguna aptitud para el humor.
En 'Oscar' se entrecruzan referencias a las comedias de gángsteres, a la de enredos y confusiones, al vodevil y a algunes apuntes de screwball comedy. Landis da cuerda a un buen número de secundarios (entre ellos viejas glorias como Don Ameche, Yvonne De Carlo o Kirk Douglas) que acaparan los mejores chistes, e imprime un ritmo trepidante y cierta estética de cartón al film. Pero 'Oscar' solo brilla a destellos, en momentos ocasionales. Pero fracasa en su conjunto.
A favor: algunos secundarios que como Peter Riegert sí entroncan con el espíritu de los de los años treinta.
En contra: Sylvester Stallone.