Crítica de SensaCine.com para Triple X: Triple dosis de acción

El cine de músculo y testosterona le da la bienvenida con verdadero fervor a casi cada película que realiza Rob Cohen. Después de firmar la adrenalítica e hipercelérica 'A todo gas', y de situar a Vin Diesel como uno de los nuevos héroes de acción cachas, el director le proporcionaba al actor otro vehículo ideal para su lucimiento: una cinta de espías que podría erigirse como antitética al universo estilizado de James Bond, porque aquí de lo que se trata no es de seducir a la cámara ni de marcar poses, sino de hacer explotar la pantalla con toda la pirotecnia visual que el tándem Cohen-Diesel es capaz de ofrecer. De nuevo los rusos son los villanos, y quizás por eso la película tiene un toque old fashion, al mismo tiempo que intenta marcar su querencia visual y sonora por la estética macarra, insertando como atronadora banda sonora las guitarras y aullidos de la banda Rammstein. La chica de la película, Asia Argento, se convierte en la perfecta réplica al musculado Diesel, aunque se echa de menos que tanto magnetismo sexual finalmente no se vea recompensado en la pantalla. 'xXx' es una película rotunda, un endemoniado divertimento que es toda una ametralladora de acción a golpe de montaje hiperbólico.

A favor: Asia Argento, siempre.

En contra: Su duración.