La última película del agente secreto más famoso del cine estuvo dirigida por Guy Hamilton.
En la secuencia en la que el coche se transforma en un avión ligero, Peter Murton, el productor de la película llevo a cabo todo el proceso de transformación en la sala de edición. Las alas estaban unidas al coche real, en ese momento el editor de la película se puso en marcha y modificó el modelo controlado y construido por John Stears.
El asunto sobre la crisis energética estuvo inspirado en las historias de los medios de comunicación, centrados en la actualidad de la época.
El papel protagonista se le ofreció a Jack Palance, antes de que lo aceptará finalmente Christopher Lee, el primo de Ian Fleming, que era conocido como el “Hombre de la Pluma de Oro”. (Fleming había ofrecido previamente el papel protagonista a el Dr. No, la primera película de James Bond.)
Según Roger Moore, el director Guy Hamilton quería para esta entrega un Bond más duro y antipático, con la intención de acercarse más al personaje original de Ian Fleming. Uno de los modos que se le ocurrió fue hacer que Bond retorciera el brazo de Andrea Anders y la amenazara con romperlo si no le decía lo que quería saber. A Moore no le gustó nada interpretar esa escena, pues tenía la sensación de que Bond podría haber conseguido lo mismo tratando de seducirla.
Una de las películas de Bond menos exitosas en taquilla. Este hecho, combinado con varios problemas durante el rodaje, estuvo a punto de suponer que ésta fuera la última película de Bond, y retrasó notablemente la producción de la siguiente película, 'La espía que me amó' (1977).
'El hombre de la pistola de oro' fue la última novela de Ian Fleming. La película sin embargo no guarda relación con el libro más allá del nombre de Scaramanga, su tercer pezón, su pistola de oro, su trabajo como asesino, y su breve monólogo sobre la caza de elefantes.