Cuando el cine es algo diferente
por Rodolfo SánchezTras Human Nature estaba claro que en el director francés Michel Gondry había un cineasta al que seguir, con una gran personalidad y una mirada original. Del mismo modo que parecía evidente que el guionista, Charlie Kaufman, también poseía una idiosincrasia creativa de enorme fuerza y cuya originalidad ya había dejado claro anteriormente en Cómo ser John Malkovich y, lo volvería hacer en Adaptación. El ladrón de orquídeas y Confesiones de una mente peligrosa antes de desarrollar el guion de ¡Olvídate de mí! de nuevo para Gondry. En ella, director y guionista despliegan una narración en la que las ideas de uno y las formas visuales de otro toman la forma de una película enorme en la que los géneros se confunden sin que sepamos ante qué estamos.
Su carácter híbrido convierte a ¡Olvídate de mí! en una película diferente, enigmática, inquietante y estimulante ante la cual el espectador no sabe cómo posicionarse. Gondry/Kaufman crean una película sobre la memoria y el olvido y precisamente para ello buscan que el espectador se olvide de todo lo que ha visto con anterioridad para adentrarse en toda una experiencia de imagen y de música que aunque en determinados momentos puede resultar avasalladora, lo cierto es que ¡Olvídate de mí! resulta magnífica en su conjunto. Una espléndida película sobre el amor y el desamor, sobre la memoria y sobre el olvido, y sobre el cine como mecanismo de captura de la realidad.
A favor: Todo.
En contra: Nada.