La ley del más fuerte

Hasta ahora, a Franz Biberkopf no le ha sonreído mucho la suerte, pero su vida cambia repentinamente. El protagonista acepta cualquier trabajo, por denigrante que sea, para poder llegar a fin de mes. Ahora se encuentra haciendo de cabeza parlante en una feria, pero su dicha está a la vuelta de la esquina. Un día gana un premio de medio millón de marcos en la lotería y por fin puede llevar la vida que siempre deseó. Franz es homosexual y pasea su nueva condición de rico por lugares de ambiente muy selectos donde conoce a Eugen, hijo de un empresario que poco tiene que ver con la condición social de Franz. Ambos comienzan una relación protagonizada por el egoísmo de Eugen, que no duda en aprovecharse de la riqueza de su amante y pedirle dinero para todo, incluso para la empresa de su padre. En realidad, esto es lo único que lo atrae, pues Eugen no soporta ni su procedencia humilde ni sus modales toscos.