Crítica de SensaCine.com para Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore: Canes y felinos prefabricados 2

Destinada, como mucho, a los más pequeños de la casa, familiarizados o no con la entrega precedente (Como y perros y gatos a secas) canes y felinos unen sus fuerzas en esta secuela para combatir las malignas pretensiones de Kitty Galore, ex agente gatuna de la organización de gatos espía MIAU, con pretensiones megalómanas e instintos asesinos. Frente a ella, a estos dos grupos animales históricamente enfrentados no les quedará otra que unir sus fuerzas. Y si en su precursora era Jeff Goldblum el amigo humano, aquí arranca con Chris O'Donnell convertido en agente de la ley que, contra su voluntad, ha de encerrar al perro patrulla Rex en el arranque de la trama. Por supuesto, este no tardará en tomar otro rumbo.

Como perros y gatos: La venganza de Kitty Malore construye a trompicones su ritmo narrativo. Su apuesta por la acción con animales parlantes resulta por sí misma muy poco atractiva. Las bromas, en general, no funcionan y su artificiosidad, dada la intervención informática en gran parte de las secuencias (para "humanizar" a los animales), hace aún más indigesta una ya de por sí poco interesante propuesta. Y uno se sorprende añorando cosas como Superagente K-9.

A favor: Frente al tedio uno puede entretenerse tratando de discernir en qué momentos estamos frente a animales reales y en cuales no.

En contra: Su anodina trama, antipática artificiosidad y, en consecuencia, fallida verosimilitud pese a un, suponemos, esforzadísimo trabajo de efectos especiales.