Crítica de SensaCine.com para Identidad: En la mente del asesino

Entre una actualización de Diez negritos (la novela de Agatha Christie incluso se cita sin nombrarla ne un momento del film), un slasher para adultos y un thriller psicológico, Identity es una de esas películas de guionista que pretende sorprender con giros y sorpresas más que previsibles. Buena parte de la acción se sitúa en un motel de carretera aislado (ay), donde coinciden una serie de personajes muy diferentes que se han visto obligados a desviarse de sus respectivas rutas a causa de una tormenta. Allí empiezan a ser asesinados por alguno de los integrantes del grupo...

Paralelamente seguimos la vista judicial a un psicópata que sufre de personalidad múltiple (ah), al que un abogado pretende salvar de la silla eléctrica aduciendo que su yo asesino ha sido erradicado. James Mangold no consigue imprimir ninguna fuerza al guión de Michael Cooney en una película que solo se salva por el buen hacer de sus intérpretes, de John Cusack a Alfred Molina pasando por Amanda Peet.

A favor: el reparto.

En contra: ese final apresurado e inverosímil.