En 1969, mientras rodaba una película en África, Tippi Hedren y su marido Noel Marshall vieron una casa abandonada que había sido ocupada por una manada de leones. Quedaron tan impresionados por su comportamiento y su historia que resolvieron crear una película sobre el tema.
Una de las películas más accidentadas de la historia, que supuso un desastre económico para el matrimonio formado por Tippi Hendren y Noel Marshall. Durante el rodaje se utilizaron más de 150 felinos salvajes y más de 70 personas resultaron heridas. La actriz principal, Melanie Griffith, fue atacada por una leona y necesitó 50 puntos. Después de la mediocre recepción de la película, Hendren y Marshall se divorciaron.