El terror no tiene forma

Por si no fuera suficiente con los problemas que acucian a los habitantes de la Tierra, desde el espacio llega un meteorito con un invitado, puesto que tras caer cerca de la localidad californiana de Arborville se fragmenta y sale del mismo un ente viscoso extraterrestre que comienza a devorar a cada uno de los habitantes del lugar. Su aspecto es gelatinoso y aumenta progresivamente de tamaño conforme come a cada ser vivo que se le pone delante. Sólo unos pocos jóvenes con Brian Flagg y la animadora Smith al mando harán frente a este peligroso ser que amenaza con la existencia de la propia humanidad y que a todas luces parece indestructible y que las autoridades no saben cómo combatir.