Crítica de SensaCine.com para El Sustituto: Aula marcial

Adscribiéndose al subgénero dramático en contextos escolares de otros títulos como Mentes peligrosas (1995), que encuentran uno de sus primeros referentes en la cinta Semilla de maldad (1955) de Richard Brooks, El sustituto pretende también reflejar las dificultades de los docentes a la hora de bregar en las aulas con alumnos conflictivos.

Será en esta ocasión el actor Tom Berenger, en la piel de John Shale, quien asuma tal misión en un instituto de Miami donde su novia profesora ha sido atacada. Berenger tratará de imponer su formación marcial entre el alumnado, aprovechando sus aptitudes y disciplina como exmarine y trabajador a sueldo de la CIA. Pese a un interesante planteamiento, el guión acaba siendo un despropósito y un combate simplista y tendencioso entre buenos y malos con referencias a la guerra de Vietnam. El realizador Robert Mandel (Colegio privado) se queda en el terreno del insuficiente.

A favor: La presentación del lugar y su arranque.

En contra: Acaba virando hacia un extremo maniqueísmo y hacia una desmedida invasión de la acción en su tramo final.