Nicole Kidman y Lauren Bacall comparten la gran pantalla por segunda vez en 'Reencarnación', después de su brillante experiencia en 'Dogville' de Lars Von Trier.
El rodaje de la película se llevó a cabo en Nueva York. Una opción que el director explica en cuatro motivos. La historia tenía que huir de las zonas donde la reencarnación es vista como un fenómeno cultural y religioso. También creyó que debería tener lugar en una metrópoli, donde siempre se puede encontrar alguna forma de guardar el anonimato. Para Jonathan Glazer la ciudad de Nueva York es el escenario perfecto de una fábula. Por último, debía ser un lugar donde las fronteras entre el mundo de Ana y el del joven Sean se pudieran definir fácilmente.
La tarta de cumpleaños de Eleanor, de la que Sean tiene una proción, es una tarta 'Red Velvet', también conocida como 'Waldorf Astoria'. Esta se considera una tarta rica y elegante por la mayoría de los críticos culinarios.