Un beso de hermano

Seth Zvi Rosenfeld adaptó en Un beso de hermano su obra de teatro en una producción independiente que tiene todo el aliento del cine minoritario de la época. Se trata de una película que une crudeza y ternura en una historia basada en los diálogos y en los personajes –los actores están estupendos- pero que falla, a pesar de su gran interés, en un tratamiento visual un poco plano demasiado constreñido a la obra teatral de la que parte. Rosenfeld busca una puesta en escena directa y frontal, que pase desapercibida para permitir que la potencia de la historia planteada y las actuaciones sean las que desarrollen la narración. De esta manera, Un beso de hermano se queda simplemente en una obra interesante pero que no logra arrancar del todo debido a esa falta de pulso en la realización. Merece la pena pero podría haber sido mucho mejor si Rosenfeld no hubiera creído que su texto teatral era l