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    La noche del cazador
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    David Filme
    David Filme

    16.273 usuarios 262 críticas Sigue sus publicaciones

    4,5
    Publicada el 26 de octubre de 2021
    "La Noche Del Cazador" es un inquietante y magistral drama onírico, con tintes de cine negro, un subyugante y desolador cuento de hadas, dirigido por Charles Laughton y protagonizado por Robert Mitchum. Basa buena parte de su innegable encanto en los contrastes. Aúna tonos infantiles en la historia, vista en buena parte a través de los ojos de los niños, con toques realmente siniestros tanto en los paisajes como en los personajes. El hecho de que los antagonistas del funesto predicador Harry Powell (Robert Mitchum) sean dos niños añade una inquietante sensación de indefensión. El predicador es implacable, ambicioso y amoral, no duda en llegar al asesinato como en este caso, para conseguir dinero o cualquier objetivo. Para subrayar la atmósfera opresiva, el film cuenta con una modélica fotografía en blanco y negro de corte expresionista, que con sus juegos de claroscuro nos traslada a un mundo casi irreal aunque seductor. La religión juega un papel muy importante en la película. El siniestro reverendo Powell es la vertiente farisea, manipuladora, altisonante y, por supuesto, peligrosa. Otra religiosidad muy distinta es la de Rachel Cooper (Llilian Gish), que resulta compasiva, cálida y protectora. Curiosamente la religiosidad del falso reverendo cala entre la pacata y santurrona población donde viven los niños, John y Pearl, con su madre, siendo todos engañados menos el astuto John. Uno de los momentos más estremecedores de la cinta, es el piadoso “duelo de cantos” entre el reverendo y Rachel, como preludio de la siguiente y tensa escena.

    Un filme que, nos ha dejado uno de los villanos más icónicos y perturbadores de la historia del cine: "el falso reverendo Harry Powell". En primer lugar el rostro y la complexión física de Robert Mitchum se prestan para ello, realmente este actor puede protagonizar a buenos malvados, recordemos también "El Cabo del Terror". Por otro lado, es un personaje absolutamente frío y demente que se nos presenta perfectamente al inicio de la película como alguien sumamente cruel. Y, no podían faltar, las inscripciones “love” y hate” en los dedos del reverendo, representando (según él) la pugna entre el bien y el mal. Todo en Harry Powell aterroriza. Es de señalar que, aparte de su insaciable ambición, el reverendo es un profundo misógino que, como se puede ver en varias escenas, castiga a la mujer como símbolo de perdición y pecado. Es precisamente la religión, la coartada que usa para cometer sus fechorías, como si sus designios fuesen confirmados por el propio Dios. Gran parte de la cinta se condensa en una persecución constante e inmisericorde del reverendo Powell para alcanzar a John y a Pearl. Los escenarios en los que se va desarrollando la persecución a menudo tienen un componente onírico que hace nos traslademos a una ensoñadora pesadilla. Son parajes, además, típicos del sur de los Estados Unidos y remiten al gótico americano o a la literatura de Mark Twain representada por Huckleberry Finn.

    No obstante, en la mitad del metraje, el director nos sorprende con un travellling que muestra a Willa Harper (la madre de los niños) asesinada de un corte en la garganta, montada sobre su viejo Ford, con el pelo suelto, semejando algas en el fondo del río. Una mezcla entre sueño y pesadilla que el director decide apreciar desde los ojos del tío Birdie, un viejo borracho, que observa al fantasma desde la superficie en su bote de pesca. Es el comienzo de un cuento infantil, en donde los animales del bosque acompañarán a los hijos de Harper (John y Pearl) en su huida del malvado Harry Powell, un predicador y estafador, que ha dado muerte a la madre de estos niños, y que los persigue para adueñarse del dinero que robó Ben Harper antes de ser condenado a muerte. Sin embargo, es importante destacar, el contexto temporal y social de la película, que no es otro que la Gran Depresión y su especial repercusión en el campo. Dentro de este ámbito, la persecución del reverendo es obsesiva y angustiosa. En un momento dado John, al ver la silueta de su perseguidor a lo lejos, se pregunta “¿Pero es que nunca descansa”?, dándole atributos casi sobrenaturales. Podemos ver, un afán de moraleja sobre la infancia y su resistencia ante las adversidades.

    Las actuaciones son bastante flojas, exceptuando la interpretación magistral de Robert Mitchum, (para muchos la mejor de su carrera) encarnando a Harry Powell. Es el ogro de la historia, un falso predicador enloquecido que se debate entre el amor y el odio. Para conseguir su botín no dudará en seducir a Villa (Sheley Winters), la estúpida madre de esos niños que conocen donde se esconde el dinero que su padre después de robarlo se los confió. Powell había compartido celda con el padre de los niños y está al corriente... Sin olvidar a Lilian Gish (estrella del cine mudo) en su papel como Rachel, la anciana bíblica que los protege del mal. Que confía y alienta la confianza en los niños, mientras alrededor los adultos roban, matan, engañan o se fanatizan. Con John establece una relación especial, apoyándole de manera directa o subrepticia. El resto de personajes solo tiene una información fragmentada e incompleta. Laughton pese a internarse en los parámetros del cine negro, no juega con la ambigüedad de sus personajes. En ningún momento del film, tenemos dudas sobre quienes son los buenos y quienes los malos, por lo que el mecanismo para generar tensión e intriga no es tanto conocer la identidad de un asesino, sino la incertidumbre por saber si Powell conseguirá sus propósitos.

    En definitiva, una película magnética pero, al mismo tiempo, difícil de catalogar. Nos muestra una particular versión de la infancia, que ha de resistir en tiempos adversos y peligrosos. La fascinante mezcla de géneros hace que participemos de un tétrico cuento de hadas de siniestra belleza. Un icono del cine, terror y angustia de la buena, poema onírico y visual, cuento infantil con moralina muy adulta y epopeya intemporal. Cargada de citas bíblicas para plasmar confrontación del bien contra el mal. Nos deja, además, una de las mejores interpretaciones de Robert Mitchum en su encarnación del diabólico reverendo Harry Powell.

    FilmeClub.com
    Adrianrom 1977
    Adrianrom 1977

    945 usuarios 448 críticas Sigue sus publicaciones

    4,5
    Publicada el 30 de diciembre de 2022
    La noche del cazador es una película cruel a la par que bonita y con una muy buena enseñanza dirigida por el gran actor Charles Laughton y protagonizada brutalmente por el increíble Robert Mitchum.
    La trama narra la historia de un padre de familia (Peter Graves) que roba 10.000 en un atraco y antes de ser capturado por la policía los esconde y les dice a sus dos hijos (Billy Chapin y Sally Jean Bruce) el sitio donde los escondió y les hace jurar que no se lo dirán a nadie. Antes de ser ahorcado su compañero de celda Harry Powell (Robert Mitchum) un predicador religioso se entera de que ha escondido los 10.000 dólares y cuando sale de la penitenciaria se intentará casar con su mujer viuda (Shelley Winters) para averiguar donde está el dinero.
    La fotografía del film es de lo mejor que se puede ver, con varios planos generales que te dejan con la boca abierta el como usa un paralelismo con el reflejo del agua y como usa las puertas abiertas para dar más importancia a la iluminación de la luna.
    También cabe resaltar la buenísima interpretación de Robert Mitchum que lo hace genial.
    Un clásico que nunca quedará en el olvido.
    cine
    Un visitante
    3,0
    Publicada el 4 de diciembre de 2021
    The night of the hunter está basada en una novela de Davis Gubbs publicada en 1953. Dos años después, en 1955, Charles Laughton la llevó al cine haciendo así su primera y uníca película como director

    En esta película de cine negro, el director inglés hace referencia al cine de los años veinte, así como utilizando las sombras con un propósito terrorifico y sombrío y la banda sonora psicodélica.

    Por último, Harry powel interpretado por el famoso Robert Mitchum, es considerado uno de los antagonistas más fascinantes pero a la vez más crueles y samguinarios de la época
    cine
    Un visitante
    4,5
    Publicada el 6 de octubre de 2015
    Parece que la crítica olvida el extraordinario trabajo de Lillian Gish, por centrarse en la tremenda caracterización del malo, gran logro de Mitchum, o en la desgraciada historia de la infortunada viuda, uno de los primeros logros de Shelley Winters. Lástima!
    cine
    Un visitante
    5,0
    Publicada el 10 de noviembre de 2018
    Con esta película empieza todo. Descubrí The Night of the Hunter cuando arrancaba a estudiar cine en la facultad. No me acuerdo si la materia era Historia del Cine o Semíotica de la Imagen, pero en alguna de las dos nos la dieron como material para el cuatrimestre. Al principio, yo no estaba tan entusiasmado con verla. Prefería algún film noir mas arquetipico -como El halcón maltés (John Huston, 1941) o La jungla del asfalto (John Huston, 1950)-. Pero termine fascinado con la historia de este asesino en serie llamado Harry Powell -interpretado por Robert Mitchum-, y sus pequeñas victimas, a quienes el persigue sin descanso. Powell, un falso pastor de almas, se cree un mensajero de Dios, y mata a todo aquel a quien el considera un pecador.

    A pesar de que en su estreno fue un fracaso comercial, The Night of the Hunter es una película esencial para la historia del cine, y sobre todo para la del cine norteamericano: introduce por primera vez en la historia algunas temáticas que necesariamente provocan en el espectador de su tiempo -y no tanto- un doble sentimiento de atracción y rechazo. Es uno de los primeros films estadounidenses que pone a prueba la resiliencia del "sueno americano" de los anos 50. Y eso se simboliza con la confrontación entre un villano retorcido y unos ninos que, al perder la figura paterna, ven amenazados sus valores familiares y religiosos. En cierto modo, la película predice significados que recién llegarían a la pantalla una década después: el tópico de la destrucción del sistema de valores tradicional sera explorado en mayor detalle por la contracultura y la paranoia de los 60. Yo se que en estos tiempos de transgresión la destrucción suena como algo de todos los días, pero piensen en la época: la película de Hollywood mas perversa era una de Dracula o del hombre lobo. Monstruos que daban miedo, si, pero que la gente descreía de ellos, de estos seres imposibles. Harry Powell es un monstruo posible, de la vida real, y viene a marcar la diferencia entre el susto y el espanto. Con su falso aire de profeta y su impredecible violencia representa la muerte de todos los valores de aquella época y los conflictos culturales que muy pronto azotaría a la llamada "tierra de las oportunidades".

    Harry Powell es el mal, la encarnación de la locura mesiánica. Tal como sucede con el tren que lo trae al pueblo -acompañado por la música dramática de Walter Schumann-, no hay nada que pueda pararlo. Pero, ademas de imparable, Powell es bello y seductor. El mal se presenta entonces como algo mas ambiguo, no es tan fácil de reconocer como un gangster cruzado por una cicatriz o un horrendo monstruo clásico con bornes metálicos en el cuello.

    En cuanto a los escenarios de esta batalla entre la inocencia y la perversidad, hay también un contraste mas turbio entre la ciudad y la naturaleza: así como en el western la naturaleza representaba la libertad del hombre -los planos abiertos, la música libre y épica al estilo de Aaron Copland-, en esta película se ve como a un amenazado refugio. La presencia siniestra del ubicuo Powell contamina toda la belleza del paisaje. Hay un claro contraste entre esta belleza del pueblo y su entorno natural y los cuartos tenebrosos a la noche. La habitación de los chicos, con una ventana enrarecida, y la sombra de Powell acercándose por las cortinas resulta igual de aterradora que Nosferatu (F. W. Murnau, 1922), pero combinada con un estilo de filmación clásico -travelings, planos, contraplanos, música orquestal- se vuelve incluso mas horrible. Porque así como este asesino se nos presenta en la forma de un predicador, The Night of the Hunter esta filmada con todos los elementos de un melodrama clásico hollywoodense. Pero, a medida que avanza, va revelando su verdadera cara: una gozosa lucha entre el film noir y el expresionismo alemán.
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