Según el director de la película, se pensó en un principio en la actriz Meg Ryan para el papel de Holly Hunter. Un año le costó a la actriz decidirse, pero finalmente rechazó la idea.
Durante el rodaje en Winnipeg, los decoradores decidieron colocar nieve artificial para una de las escenas, pero un percance de última hora derritió la nieve artificial y más tarde acabó convirtiéndose en una gran tormenta de nieve.