Crítica de SensaCine.com para Una historia de violencia: Cronenberg abraza el clasicismo

Mucha expectación creó en su momento esta cinta del siempre interesante David Cronenberg, la siguiente tras ese ejercicio tan de ‘autor' que realizó en la angustiante y brillante ‘Spider' (2002). En ‘Una historia de violencia' el canadiense volvió a dar un giro de timón a su carrera al abrazar un clasicismo narrativo que desconcertó a propios y extraños. Lo cierto es que en general la crítica y el público aplaudió la propuesta, pero quien esto firma no coincide con ese entusiasmo colectivo por la pulcra puesta en escena de la que se hace gala en la película. ¿Dónde queda la extrañeza ‘cronenbergiana' que aupó al cineasta de la serie Z a primera línea de fuego? ¿Dónde la profundidad crítica y la visceralidad? La película no esconde su voluntad quirúrgica, característica tan del director, pero, a la postre, no acaba diseccionando y el cuchillo apenas traspasa una superficie. Sí, el pasado siempre vuelve y todo sueño americano es fruto de un buen número de cadáveres, pero esta suerte de versión contemporánea de ‘Retorno al pasado' (Jacques Torneur, 1947) resulta tan gélida como no tan imprescindible.

A favor: Cronenberg es inapelable.

En contra: El cambio de estilo del cineasta.