Irene (Franziska Weisz) es la nueva recepcionista de un gran y reconocido hotel situado en los Alpes austriacos. Cuando descubre que la chica a la que está sustituyendo desapareció en extrañas circunstancias, decide indagar un poco más sobre el caso. Pero en su búsqueda por la verdad, se sorprende cuando solamente obtiene la indiferencia y hostilidad del resto de empleados del hotel. Decidida a que su destino está relacionado con el de su predecesora, Irene está segura que debe huir de ese hotel cuanto antes.
Rosa Waissnix, quien da vida a Frau Liebig, no es una actriz profesional, sino que es la dueña del hotel donde se rodó la película y la directora, Jessica Hausner, tuvo que convencerla para que aceptara el papel.