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Elizabeth: la Edad de Oro, biopic sobre la reina britanica en 1587/8, y el fanoso naufragio de la Grande y Felicisima Armada Invencible (España+Italia+Portugal) ante la costa oeste irlandesa, de la guerra anglo-española entre 1585-1604, que acabo con un acuerdo de paz en londres favorable para España, ya que la armada española se recupero muy rápidamente con la flota de indias.
El film no menciona el fracaso de la llama Contraarmada Inglesa de Drake Norrys en 1589.
La película ante no caer en una frivolida historia amorosa con Walter Releigh, consume esfuerzos en el tradicional asunto de intrigas palaciegas ante las ansias politicas sobre Isabel I y Felipe II.
La trama marcar con enfasis la enemistad anglicana britanica contra la españa ultracatólica, que acaba con la derrota de la Armada Invencible de1588, lo cual en el film se resuelve con poco mas de unos brochazos, ante una premeditoria adivina de una extraordibaria tormenta maritima.
La puesta en escena es espectacular y llamativa, aunque tanta exuberancia, en especial en el momentos musicales se acerca peligrosamente en caer en un cierto pretenciosismo.
El metraje posee un fabuloso reparto, que sabe emplearse a fondo consiguiendo lo mejor, ante un guión sujetado con imprendibles que naufraga como lo hizo la flota latina.
Un confusa historia un tanto rara y mal contada sobre la vida sentimental de Elizabeth escrita a trompicones, narrada de forma caprichosa, presentada de forma increible.
En cuanto al trasfondo histórico de la película, Kapur no tiene escrupulos en reconocer que “la historia depende de la interpretación y de los muchos años pasados dando muchas interpretaciones distintas. Con esta justificación se acoje con fuerza, a la más truculenta versión de la Leyenda Negra y presenta una versión bastante maniquea al publico anglosajon, especialmente en el primer tramo de la película.
En la cinta por aquello de que son los que ponen el dinero, los buenos son los ingleses liderados por una culta, enérgica pero íntegra reina (con una biografía real que da para varias leyendas muy oscuras). Y Los malos son los devotos y ponposos católicos españoles, haciendo un a panda de fanáticos fundamentalistas e intolerantes, unos retasados retratados de forma muy burlona.
En este capítulo, sorprende especialmente la fugaz y risible actuación de Jordi Mollà, que realiza una grotesca caricatura de Felipe II, excesiva a todas luces, excepto para sorprendente Kapur que se quedó encantado con la interpretación del español.
Esta claro que Kapur se emplea al genuino estilo caprichoso Norteamericano de reinterpretar la historia de una forma caprichosa, para ofrecer un cuento comercial que no da muchos resultados quedando en la mediocridad.
El film no menciona el fracaso de la llama Contraarmada Inglesa de Drake Norrys en 1589.
La película ante no caer en una frivolida historia amorosa con Walter Releigh, consume esfuerzos en el tradicional asunto de intrigas palaciegas ante las ansias politicas sobre Isabel I y Felipe II.
La trama marcar con enfasis la enemistad anglicana britanica contra la españa ultracatólica, que acaba con la derrota de la Armada Invencible de1588, lo cual en el film se resuelve con poco mas de unos brochazos, ante una premeditoria adivina de una extraordibaria tormenta maritima.
La puesta en escena es espectacular y llamativa, aunque tanta exuberancia, en especial en el momentos musicales se acerca peligrosamente en caer en un cierto pretenciosismo.
El metraje posee un fabuloso reparto, que sabe emplearse a fondo consiguiendo lo mejor, ante un guión sujetado con imprendibles que naufraga como lo hizo la flota latina.
Un confusa historia un tanto rara y mal contada sobre la vida sentimental de Elizabeth escrita a trompicones, narrada de forma caprichosa, presentada de forma increible.
En cuanto al trasfondo histórico de la película, Kapur no tiene escrupulos en reconocer que “la historia depende de la interpretación y de los muchos años pasados dando muchas interpretaciones distintas. Con esta justificación se acoje con fuerza, a la más truculenta versión de la Leyenda Negra y presenta una versión bastante maniquea al publico anglosajon, especialmente en el primer tramo de la película.
En la cinta por aquello de que son los que ponen el dinero, los buenos son los ingleses liderados por una culta, enérgica pero íntegra reina (con una biografía real que da para varias leyendas muy oscuras). Y Los malos son los devotos y ponposos católicos españoles, haciendo un a panda de fanáticos fundamentalistas e intolerantes, unos retasados retratados de forma muy burlona.
En este capítulo, sorprende especialmente la fugaz y risible actuación de Jordi Mollà, que realiza una grotesca caricatura de Felipe II, excesiva a todas luces, excepto para sorprendente Kapur que se quedó encantado con la interpretación del español.
Esta claro que Kapur se emplea al genuino estilo caprichoso Norteamericano de reinterpretar la historia de una forma caprichosa, para ofrecer un cuento comercial que no da muchos resultados quedando en la mediocridad.
Una buena peli, entretenida; una dirección artística extraordinaria que hace que sume para bien a la película, un guion que se toma ciertas licencias propia, en definitiva entretenida y con un excelente reparto de actores.
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