James Stewart y Maureen O'Hara no se llevaron muy bien durante el rodaje.
La escena en la que Burnett encuentra al toro muerto tuvo que ser repetida porque el director no veia creible el cuerpo falso del animal. Se tuvo que rodar más tarde y las condiciones climáticas había cambiado, por lo que finalmente se terminó por mostrar tan sólo un trozo del toro saliendo de la nieve.
El antagonista de la película es asesinado justo en la mitad de la cinta.