Dos supersuperesbirros

Mason está conduciendo su camión en soledad por la carretera cuando recoge a un autoestopista llamado Rosco. La policía de tráfico les detiene para realizar un control, pero les confunden con un par de ladrones. Se las arreglan para escapar de la situación de un modo muy extraño, pero sólo para caer en una situación peor. La pareja corre hacia el aeropuerto para intentar tomar el primer vuelo disponible y no sólo consiguen obtener un vuelo gratis a Miami, sino que alguien les da una bolsa llena de millones de dólares. Más tarde, Rosco y Mason asumen que lo que ha sucedido esta vez es que los han confundido con dos agentes secretos. Pero ya es demasiado tarde para dar media vuelta. Ahora están demasiado involucrados. Al menos hasta que en su destino se crucen con el comité de recibimiento preparado por los agentes de la CIA.