Crítica de SensaCine.com para Beowulf: Entre mitos y nuevas técnicas

Tras su experiencia en el cine de animación con técnicas de captura de movimiento en Polar Express (2004), el director Robert Zemeckis decidió seguir investigando este formato y perfeccionando el método a través de los nuevos avances que iban lográndose en este campo, que conseguían una cada vez más nítida sensación de proximidad entre la imagen digital y la real.

Se abandonaba el terreno de la fábula infantil para insertarnos en el de la mitología anglosajona en un relato más adulto y grave que pretendía adaptar el poema épico del mismo nombre. En esta ocasión, los paisajes y las presencias humanas más difuminadas (como era el caso de Polar Express), eran sustituidas aquí por un mayor trabajo con los rostros y los cuerpos de los actores, y aquí radicaba su mayor inconveniente, ya que no siempre las expresiones eran tan claras como deberían. Se trata de una película ambiciosa, y es precisamente esa característica por una parte su mayor baza y, por otra, su mayor defecto, ya que finalmente resultaba menos espectacular de lo prometido.

A favor: Que sean necesarios estos experimentos para que vayan evolucionando las técnicas.

En contra: Narrativamente resulta muy aburrida.